Soledad en niños y adolescentes, principal desafío: Arzobispo
MORELIA, Mich., 5 de enero de 2024.- La soledad que experimentan niños y adolescentes en la sociedad actual es uno de los principales desafíos que enfrentan los padres, las familias, las iglesias y las instituciones, ante la tendencia al alza que se observa en los casos de enfermedad mental en los más jóvenes, afirmó Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia.
Al término de la celebración eucarística con que dio inicio la Cabalgata de los Reyes Magos, Carlos Garfias expresó que niños y jóvenes enfrentan la soledad y esta detona procesos como la depresión y la ansiedad, que pueden llevarles a la pérdida del sentido de sus vidas, con consecuencias potencialmente fatales.
En este entorno, el llamado de la Iglesia Católica es a que los padres, en primera instancia, y las familias aseguren a niños y adolescentes, no solo una presencia para proveer lo materialmente necesario, sino también para abastecer sus necesidades afectivas, emocionales y sociales, a fin de constituirse como un sustento sólido para superar las adversidades y los problemas que puedan tener a lo largo de sus vidas.
Garfias Merlos agregó que la Iglesia Católica y otras instituciones religiosas, en colaboración con colectivos y organizaciones sociales, buscan la conformación de redes de apoyo para niños, adolescentes y padres de familia donde se detecte un riesgo de enfermedad mental, para realizar acompañamiento y asesoría en estos casos y prevenir las peores consecuencias de los mismos.
Reiteró que salvaguardar la vida y la salud física y mental de niños y adolescentes es una labor que compete a la sociedad en su conjunto, por lo que los esfuerzos, si bien originados en el seno de las familias, se deben extender a las diversas instituciones sociales para garantizar una cobertura apropiada y una mejor intervención.
De acuerdo con la delegación en Michoacán del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el estado se observa una tendencia al alza en los casos de enfermedad mental, principalmente depresión y ansiedad, entre niños y adolescentes.
Entre los factores que incentivan el desarrollo de estos cuadros destacó el uso excesivo y sin supervisión adulta de redes sociales y dispositivos electrónicos, que limitan el desarrollo social del individuo, la puesta en práctica de habilidades de convivencia y reducen la interacción con otras personas.