Rezago educativo en matemáticas deteriora economía

MORELIA, Mich., 1 de abril de 2017.- El rezago educativo en matemáticas, propiciado por didácticas inadecuadas y desconocimiento de la materia por parte de los propios profesores, se traduce en un deterioro de la economía nacional, comentó Daniel Juan Pineda, director del Centro de Ciencias Matemáticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelia.
De acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) en México, dado a conocer en diciembre de 2016, menos de 1 por ciento de los estudiantes mexicanos de 15 años logran buenos resultados en matemáticas.
“Si tuviésemos juventudes mejor preparadas en matemáticas, eventualmente estarían decidiendo estudiar ciencias relacionadas con sectores productivos altamente competitivos, lo que eso repercutiría en nuestra economía; por ejemplo, no requeriríamos estar importando tecnología que aquí mismo pudiéramos fabricar”, comentó en entrevista con Quadratín.
En el marco de la 5ª Feria Matemática de Morelia, el especialista señaló que el principal problema que gira en torno a las matemáticas, es que “se enseñan muy mal”, sin la estrategia didáctica ni pedagogía adecuadas, además de que existen profesores, tanto en niveles básicos, como medio superior y superior, que no saben matemáticas, y aun así pretenden enseñarlas.
“Hemos encontrado profesores, de todos los niveles, frente a grupo, dando matemáticas sin siquiera conocer el material; esto se traduce en una mala enseñanza, y este es el principal problema, que las matemáticas se enseñan muy mal: la didáctica es incorrecta, el entrenamiento de los profesores es deficiente”, comentó el director del Centro de Ciencias Matemáticas de la UNAM.
El académico señaló la necesidad generar un cambio profundo en todas las estructuras académicas y administrativas del sistema educativo, de manera que, con resultados medibles, se genere un gusto por las matemáticas entre los estudiantes de niveles básicos; además de que se garanticen condiciones óptimas de infraestructura y dignificación para la práctica docente, que de igual forma, debe asumir un compromiso con la capacitación permanente.