Requiere Michoacán programas de producción sustentable de aguacate
MORELIA, Mich., 27 de marzo de 2019.- Michoacán requiere de la generación e implementación de programas para la producción sustentable y sostenible para evitar la pérdida de los bosques, que, a su vez, se traducen en la disminución de la disponibilidad de agua, afirmó Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet).
Tras la entrega de un helicóptero gestionado ante la Federación para impulsar el combate de incendios forestales, Luna García mencionó que en breve el gobierno de la entidad convocará a los productores agropecuarios, en particular, de aguacate, para diseñar un programa de desarrollo sustentable y sostenible que permita la obtención del fruto sin afectación de la cobertura arbolada.
Ello, debido a que la disminución de la superficie forestal representa una reducción de la producción de agua para consumo humano, agropecuario, ecosistémico, entre otros, además de que se tiene una afectación en la biodiversidad y la preservación de los suelos.
El titular de la Semaccdet indicó que entre las zonas que han registrado un impacto adverso sobre la producción de agua se encuentra la región de Uruapan, donde el manantial de la Rodilla del Diablo pasó de generar dos mil litros por segundo del vital líquido hace 20 años a 700 litros por segundo en el momento presente.
Esto ha resultado en una presión hídrica para las poblaciones de Uruapan, Charapendo y Gabriel Zamora, así como para el sistema de riego Cupatitzio - Cajones.
Una situación similar se ha detectado en Tancítaro, donde el cerro de Tancítaro se ha visto perjudicado por la sustitución de bosques por huertas aguacateras, con la consiguiente disminución de agua en los ríos aledaños, un “problema serio” para él área.
“No nos oponemos al desarrollo económico que acompaña al cultivo del aguacate, pero este desarrollo económico no puede darse a costa de los recursos naturales; además, preservar los bosques nos ayuda a tener agua y a favorecer la producción de aguacates”, expuso Ricardo Luna.
Agregó que existen “muchas alternativas” para incentivar las actividades agrícolas con un menor daño a los ecosistemas, algunas de las cuales ya se han efectuado en la entidad con buenos resultados, como son los casos de Zitácuaro, donde se establecieron cultivos de nopal de los que se obtienen aceites y biogás, y la agricultura orgánica, que además de no requerir de agrotóxicos tiene un valor agregado en los mercados.
Ricardo Luna reiteró que la pretensión del gobierno de la entidad es reunir a los productores de aguacate para definir los polígonos donde es viable instalar huertas frutícolas y los que deben destinarse para conservación ambiental.
Asimismo, se busca el cese del cambio de uso de suelo forzado de superficie forestal para el cultivo de aguacate u otros sistemas productivos; asignar un porcentaje de las huertas aguacateras que ya se ubican en predios de vocación forestal para reconvertirlas a bosque, y fomentar la recuperación de áreas arboladas deterioradas.
Con estas medidas se prevé reincorporar a la cobertura vegetal del estado por lo menos 16 mil hectáreas.