Preparan en Morelia Consejo para atender a víctimas de curas pederastas
MORELIA, Mich., 31 de marzo de 2019.- La Arquidiócesis de Morelia ya está integrando un Consejo para la atención de menores víctimas de abusos sexuales de parte de sacerdotes, el cual actuará bajo el protocolo Motu Propio avalado por el Papa Francisco, el cual da prioridad a la denuncia tanto a las autoridades civiles como eclesiásticas, afirmó el arzobispo Carlos Garfias.
En rueda de prensa informó que en la arquidiócesis será el Consejo Episcopal el que tendrá a cargo acompañamiento de las víctimas, por lo que están por integrarse psicólogos y trabajadores sociales porque se requiere la confianza del niño o del joven que ha sido violentado, así como de su familia.
Garfias rechazó que el secreto de confesión sea una forma de encubrimiento de algún abuso ya que el ya que los sacerdotes están obligados a orientar al penitente para que lo denuncie si no a las autoridades, al menos ante otro sacerdote fuera de confesión, para que se pueda proceder a hacer la denuncia ante las autoridades civiles y eclesiásticas.
Considero que no es necesaria una campaña de difusión de los actos que constituyen abusos y que pueden sufrir los niños en la Iglesia Católica porque con la difusión que se ha hecho en los medios de comunicación y en las redes sociales los menores están muy conscientes de los riesgos.
“Yo creo que con el motu propio que estamos presentando, lo que el Papa ha estado haciendo, ha convocado a una reunión mundial de todos los presidentes de las conferencias episcopales, una cosa que no se hacía hace muchos años, para atender el tema, estamos mostrando que estamos buscando resolverlo, no sé de que otra forma lo podríamos hacer”.
El arzobispo señaló que con el motu proprio el Papa expresa su deseo de que todos sean conscientes del deber de denunciar los abusos a las autoridades competentes y de cooperar con ellas en las actividades de prevención y de lucha.
En su mensaje dominical destacó esa obligación de denunciar, pero también la de sancionar a quien no denuncie ante la autoridad judicial vaticana los abusos de los que haya tenido conocimiento, sin perjuicio del sello sacramental que es la confesión.