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MORELIA, Mich., 15 de septiembre de 2019.- Deudos y víctimas de los ataques con granadas registrados el pasado 15 de septiembre de 2008, en Morelia, piden la apertura de las investigaciones realizadas en torno de estos hechos, tras considerar que no hubo justicia paga las personas afectadas.
De acuerdo con Liliana Díaz Fernández, familiar de una de las ocho víctimas mortales del ataque, “no se ha hecho justicia, exigimos justicia, y por ello coincidimos con el gobernador Silvano Aureoles Conejo en que existe la necesidad de abrir las carpetas de investigación y revisarlas”.
Ante la placa que en la plaza Melchor Ocampo conmemora a quienes perdieran la vida como consecuencia del estallido de granadas en la celebración de las fiestas patrias de 2008, Salvador Díaz Fernández, deudo, reitera que es preciso que “las autoridades hagan lo que tengan que hacer, lo que a ellos competa para revisar este caso”.
Silvano Aureoles dio a conocer que solicitaría en breve a la Fiscalía General del Estado (FGE) la reapertura de las carpetas de investigación de los hechos que generaron la muerte de ocho personas y lesiones a más de 100 individuos.
Ello, debido a que 11 años no hay detenidos, tras la liberación en mayo pasado de las cinco personas imputadas por estos actos, al encontrarse endebles los procesos de investigación.
Pendientes persisten a más de una década de granadazos
Aunque víctimas y deudos de quienes fallecieran en el ataque contra la población civil del pasado 15 de septiembre de 2008 reconocieron que la actual gestión estatal les ha dado “un poco más de acompañamiento”, subsisten pendientes en atención a la salud física y psicológica de los supervivientes, así como en la seguridad de las pensiones, que se comprometieran como vitalicias.
“Agradecemos a este gobierno que nos ha dado un poco más de acompañamiento, hoy tenemos compañeros que han recibido una casa o mejora para sus viviendas, pero esperamos todavía que se resuelva lo de las pensiones vitalicias; buscamos la revisión de los montos otorgados porque hay quienes tienen varios hijos, están enfermos o quedaron viudos y lo que reciben no es suficiente”, manifestó Liliana Díaz.
Expresó que “a 11 años, las heridas están abiertas y creo que así seguirán por siempre; hay temporadas en que las víctimas sufren de dolor corporal, calenturas y necesitan un chequeo médico, estudios a fondo, para encontrar las esquirlas y evitar que les causen alguna discapacidad, además de que en algunos casos ya rebasaron estos problemas las capacidades materiales, ya que necesitan cirugías y no tienen el suficiente dinero”.
Además, “psicológicamente nos falta mucha ayuda, son 11 años de luchar por mantenernos a flote, de resolver problemas, en mi caso, no tuve tiempo siquiera de llorar porque había que solucionar tantas cosas”.
“Los recuerdos siguen y, primero Dios, tenemos que superarlos; a todos los que sufrimos este accidente nos cambió la vida, porque vivíamos muy en santa paz todos los morelianos y nos afectó a todos”, aseveró Salvador Díaz.
Expuso que este hecho demostró que, pese a las afirmaciones de las autoridades, la población se encontraba vulnerable y susceptible a experimentar daños.
“Nunca en mi vida había visto esto, cómo fue posible que el impacto llegara a lastimar a tanta gente, porque nos dijeron que había seguridad, pero quedó más que claro que no la había”, precisó.
Indicó que el recuerdo de Leticia, su esposa, fallecida en el ataque con granadas del pasado 15 de septiembre de 2008, prevalece, con una mezcla de alegría y tristeza.
“La recuerdo alegre, ella era profesora y le gustaba venir al grito, le gustaba sentirse mexicana, como imagino que a todos, pero con estos casos es ahora un recuerdo de tristeza”, señaló.