Ovacionado Molotov en la Expo Fiesta Michoacán
MORELIA, Mich., 23 de mayo de 2017.- A las 19 horas parecía desierta la explanada del Teatro del Pueblo como si no fuera a presentarse nadie en el enorme escenario. Una hora después, las cosas empezaron a cambiar.
Desde las 20 horas se empezó a acomodar la gente frente al escenario. A 15 para las 21 coreaba a Molotov para que saliera a dar el concierto. Como no sucedía, la multitud empezó a corear lo que se le atravesaba: "¡chichis pa' la banda!", en alusión a Avandaro, el Woodstock mexicano.
“¡No tiene! ¡No tiene!”, “¡que se baje! ¡que se baje!”, “¡...pa' los chescos! ¡pa' los chescos!”, eran los gritos que coreaba una y otra vez la banda reunida en la explanada, esperando la salida de los charolastras.
“¡Pinches cabrones, ya los esperamos el miércoles, culeros!”, se escuchó salir de entre el gentío, como un grito molesto en una voz femenina.
“¡El que no grite es puto!”, seguía coreando la multitud, y en ese momento surgió un personaje que sería un elemento extra al concierto: “¡abuelita! ¡abuelita! ¡abuelita!”, coreaba un sector del público, “¡súbela Yisus!” le gritaban a un chavo mientras sostenía en hombros a una mujer de la tercera edad, “¡shoot para la abuela!”, volvieron a gritar mientras le rolaron un caballito con mezcal.
A las 21 con 15 minutos se clausuró oficialmente la Expo Fiesta Michoacán 2017, y a las 21 con 16 inició el concierto, ya con Randy Ebright, Tito Fuentes, Paco Ayala y Micky Huidrobo en el escenario, que de inmediato se despacharon con sus canciones para prender a la ya encendida multitud.
Sonó Amateur y, al terminar, Tito gritó: “¡sabes qué Morelia? ¡El que no brinque que chingue su madre!”, y se desató la locura. Sonó también Here we kum y Lagunas mentales. Durante esta última, la abuela coreada en un principio, se lanzó al ruedo a bailar, lo que ocasionó ser invitada al escenario.
Tras la canción, Micky invitó a la abuela a ver el show, la conminó a pasar “de aquel lado, no le vaya a caer una bocina o un le vayan a dar un decibelazo”, por lo que la adulta mayor se quedó arriba del escenario, sentada.
Randy dejó la batería por un rato y tomó una guitarra para enardecer al público que lo coreaba en grande; “¡Randy papacito!” le coreaban las féminas.
Una chava sufrió alguna complicación, ya que salió en brazos de un elemento de seguridad, mientras sonaba en el escenario Perro callejero. “Me la van a llevar allá atrás”, bromeó Micky, y Tito siguió con bromas: “le dimos güeva”, y de inmediato soltaron Fuga.
Vinieron entonces las protestas sociales a su modo: Gimme the power, Frijolero, Hitme (“nos quieren pegar, pegar, y nos la van a pagar…”) que siguieron echando leña a la quemazón. Después se pusieron guapachosos y soltaron Me convierto en marciano de los Misfits, mientras caía agua de dudosa procedencia. Gritaron en un momento desde el público: “¡se están peleando!” mientras señalaban al centro de la explanada. La policía ni se acercó.
“¡Esto es Me convierto en marciano... otra vez!” Y le dieron con más dureza, la raza se alocó bastante que incluso botó las vallas. En el escenario se escuchaba La verga es la verga, y al terminar, amagaron con ¿Quién pompó? de Chico che y la Crisis, que terminaron por tocar.
Se empezaron a despedir, pero la multitud pedía “¡Puto! ¡puto! ¡puto!”. No hicieron mucho caso así que el público se quiso burlar: “¡ahí vienen los rateros!”. Molotov abandonó el escenario y la abuela se quedó sola por un rato; no sabía si bajarse o seguirle por el tren del mame.
Pasaron unos cinco minutos y Molotov no regresaba. Al grito de “¡culeros! ¡culeros!” la multitud siguió insistiendo, pero nada. Comenzó entonces una guerra campal de lado contra lado, donde las armas eran las latas metálicas que volaban sin cesar.
En vista que la banda no regresaba, la abuela se paró frente a la multitud, hizo sus gracias, fue coreada y ovacionada, para después regresar a su rincón.
Después de un rato, los de Molotov regresaron, “¿todavía no se van? Es lunes, ¿quieren más desvergue? ¡Lunes de desvergue!” y empezaron a tocar mientras cada uno presentaba al otro.
“Nos quedan tres rolas, ¿qué quieren escuchar?, dijo Randy y la banda se soltó con toda la fuerza, tocaron entonces Rap, soda y bohemia, (“no escape from the reality...”) un tema modificado de Queen, Rapsodia Bohemia. Después vino la dureza de Matate Teté y se despidieron con Puto, con dedicatoria a quienes “nos chingaron las chingaderas”.