Ofreció Morelia espacios a artesanos para evitar ambulantaje
MORELIA Mich., 21 de septiembre de 2019.- En el corredor de la calle peatonal de Nigromante, alrededor de 11 artesanos exponen sus piezas desde este jueves pasado, con el fin de vender y hacerse un modo de vida. El ayuntamiento de Morelia, a través de la Secretaría de Cultura Municipal, les ofreció una alternativa para evitar el ambulantaje. Estarán hasta el próximo domingo 22 de septiembre.
Al respecto, María Guadalupe Felipe Moreno, artesana originaria de la comunidad de Huancito, del municipio de Chilchota, explica a Quadratín que hacen en la comunidad, trabajos en barro pintados a mano y bruñidos, "venimos aquí a vender porque antes estábamos en los portales para vender y el ayuntamiento nos quería quitar", dice la artesana que permanece bajo un toldo que ha dispuesto la administración municipal y las protege del sol y la lluvia.
Ahora han negociado, dice, porque estaban sacando el permiso para poder estar los fines de semana, "pero no quisieron, nosotros queríamos el permiso pero de ambulantes, para andar para allá y para acá, porque andamos así, ofreciendo no a la fuerza, pero si algunas personas quieren pues compran", explica.
La artesana, quien en ese momento atiende a un niño, relata que encontraron "un licenciado", un abogado quien les dijo que iba a revisar con quién podría hablar para que pudieran hacer alguna exposición. Y así fue que ahora están exponiendo en la calle Nigromante hasta este domingo, "a ver cuánto nos va a quedar", dice María Guadalupe refiriéndose a las ganancias económicas.
Relata que cuando estaban de ambulantes, llegaban los viernes en la tarde, cerca de las 7, se quedan para amanecer el sábado, y ese día se dedicaban a caminar para vender sus productos hasta el domingo, porque el último camión que va a Zamora sale a las 6 y media. Dice que les da lugar para dormir una persona que conocieron, y tiene la esperanza de que las inviten otra vez a la exposición para presentar sus cosas.
Entre las piezas que tiene, algunos cántaros en colores verdes, azules, negros y ocres, luz en los decorados. Explica que ella hace las olla y su esposo las pinta. Es difícil terminar rápidamente una pieza, explica, ya que normalmente en un día terminan los cántaros grandes, los más chicos son más rápidos; son tres cántaros por un día de trabajo.
Primero debe pintarse antes de quemar y bruñir, para que salgan "así brillosos", y después se echan en el horno; son 24 horas bajo temperaturas extremas para que queden así.
Los costos de las piezas de Maria Guadalupe van de los 650 a los 800 pesos los más grandes, y los más chicos, van de 280 a 350 pesos, la diferencia es el tamaño, explica.