Neil Armstrong: una huella imborrable
MORELIA, Mich., 5 de agosto de 2016.- Neil Armstrong obtuvo primero licencia para volar, antes que para conducir. Desde que tuvo uso de razón le gustó la aviación. Fue debido a las constantes mudanzas producto del trabajo de su padre que le tomó amor a viajar, y lo mantuvo como su estilo de vida hasta el final.
Nació en Apakoneta, Ohio, en Estados Unidos, el 5 de agosto de 1930. Su acreditación como piloto la obtuvo a los 15 años y, al decidir estudiar una carrera universitaria, se fue por la ingeniería aeroespacial.
Poco después de ingresar, a los 18 años, la Armada lo reclutó para convertirse en piloto de la guerra contra Corea, donde manejó más de 200 aeronaves de diversos tipos. A pesar del ínterin, que le ayudó a fortalecer su carácter, pudo graduarse de la Universidad de Purdue con honores.
Armstrong, quien también fuera boy scout y ganador de la insignia Eagle Scout, optó por convertirse en astronauta casi a destiempo, pues por poco cerraba la oportunidad para postularse.
En septiembre de 1962 fue seleccionado por el cuerpo de astronautas de la NASA para primero realizar pruebas físicas bastante demandantes. Al lograr superarlas, oficialmente se convirtió en uno de los nueve astronautas del nuevo grupo de dicha organización.
Su primer viaje espacial lo realizó a bordo del Gémini 8, en el que le tocó la responsabilidad de pilotear la nave. Después, se embarcó en la aventura que le hiciera famoso: la misión Apolo.
En diciembre de 1968 le ofrecieron comandar Apolo 11, que tenía como objetivo ser la primera misión en aterrizar en la Luna. Luego de meses de preparación, salieron el 16 de julio de 1969 y llegaron sin casi contratiempos. También viajaron Michael Collins y Buzz Aldrin.
Seiscientas millones de personas de todo el mundo observaron atentas el momento en que Armstrong bajaba de la aeronave y hacía la primera caminata del hombre sobre la Luna. Las huellas de los exploradores aún se encuentran en el piso del satélite, debido a que no hay corrientes de aire que puedan desaparecerlas.
Del suceso histórico quedó tatuada en la memoria de la humanidad la frase que pronunció Armstrong apenas tocó suelo lunar: Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad.
Los tres exploradores estuvieron 21 horas en la Luna, Collins se quedó orbitando en el módulo de comando mientras los otros dos recogieron rocas del lugar. Volvieron a la Tierra el 24 de julio.
Armstrong recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor que un civil pudiera obtener del gobierno estadounidense. Después del hecho, siguió trabajando en la NASA y fue profesor de ingeniería aeroespacial en la Universidad de Cincinnati.
Armstrong se casó dos veces y tuvo tres hijos. Luego de su popularidad tuvo diversos problemas legales debido a que la gente comenzó a comercializar ciertas cosas que le pertenecieran. Por ejemplo, su peluquero vendió mechones de cabello, por lo que lo demandó; una empresa de tarjetas usó su nombre y su frase sin permiso, y muchos a quienes les dio autógrafos los vendieron, por lo que dejó de firmar cosas.
El astronauta murió el 25 de agosto de 2012, luego de una operación de baipás vascular por tener las arterias del corazón obstruidas.