Necesaria, responsabilidad en redes sociales para no causar daño
MORELIA, Mich., 2 de junio de 2019.- Más que una reglamentación del uso de las redes sociales es necesaria la responsabilidad de los usuarios para evitar causar daño desde el anonimato, afirmó el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias.
En rueda de prensa, con motivo de la 53 Jornada mundial de las comunicaciones sociales, el jerarca católico invitó a distinguir entre la vida real de la fantasiosa o imaginaria que se puede provocar en las redes sociales.
“Así como es un gran instrumento de comunicación y genera comunidad humana, cristiana o en cualquier dimensión, también es un riesgo que aparece en la posibilidad de agredir por estar en el anonimato, en circunstancias que parecen que no van a afectar y resulta que las personas se afectan demasiado porque lo que dice alguien en la real se toma como absoluta y es un problema de cuanto se daña a las personas por lo que se dice.
“Hablamos de los pueblos pequeños como lugares donde es muy difícil vivir porque la gente constantemente está criticándose, acusándose y condenándose uno a otro; el dicho tiene razón, pueblo pequeño infierno grande y es lo que pasa en las redes, se pueden decir muchas cosas y hay personas que asumen como real aquello que se expresa. Es muy importante saber moverse en las redes y saber distinguir para no dejarse enganchar con decires y haceres que pueden dañar a las personas”.
En su mensaje dominical señaló que el ambiente mediático es hoy tan omnipresente que resulta difícil distinguirlo de la esfera de la vida cotidiana, pero se presta también a un uso manipulador de los datos personales con la finalidad de obtener ventajas políticas y económicas, son el respeto debido a la persona y a sus derechos.
Indicó que la metáfora de la red trasladada a la dimensión antropológica, recuerda una figura llena de significados como es la comunidad que cuanto más cohesionada y solidara, cuanto más animada por sentimientos de confianza y objetivos compartidos, mayor es su fuerza.
Sin embargo, también puede potenciar el aislamiento, como una telaraña que atrapa en una realidad multiforme e insidiosa que plantea diversas cuestiones de carácter ético social, jurídico, político y económico e interpela también a la Iglesia Católica.
Es por eso que consideró que si las autoridades ayudan a reglamentar el uso de las redes está bien, pero consideró que es responsabilidad de todos salvar la visión original de una red libre, abierta y segura, por lo que invitó a hacer un uso responsable y positivo de las redes sociales.
“Los invito a abrirnos al diálogo, al encuentro, a la sonrisa, a la caricia. Esa es la red que queremos, una red hecha no para atrapar sino para liberar, para custodiar una comunión de personas libres. La Iglesia misma es una red tejida por la comunión eucarística, en la que la unión no se funda en los like sino sobre la verdad, sobre el amén con el que cada uno se adhiere al Cuerpo de Cristo acogiendo a los demás”.