México y Japón, líderes en alertas sísmicas
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero de 2018.- Edificios derrumbados, personas atrapadas, llanto y pánico total. Escenas que en México se reconocen muy bien tras los terremotos sufridos en distintos momentos, llevaron a este y a otros países a hacerse de un sistema de alerta temprana de sismos que pudiera prevenir, en la medida de lo posible, grandes tragedias humanas.
De acuerdo con El Universal, México fue pionero. Diez años después de los terremotos de septiembre de 1985 que dejaron, oficialmente, entre 6 mil y 7 mil muertos, se convirtió en el primer país en contar con un sistema público para alertar a la población, con segundos de anticipación que pueden ser vitales, de la proximidad de un movimiento telúrico. Para ello, se creó el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), conformado originalmente para la Ciudad de México (SAS), operativo desde 1991 y que depende del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES). Desde 2003, funciona el sistema para Oaxaca (SASO) y, desde 2006, en Guerrero. El SASMEX emite dos tipos de alerta, una preventiva, si se estima moderado el efecto del sismo, y otra pública, que permite alertar a la población y se activa cuando el fenómeno tiene una magnitud cercana a 6.
Kit de emergencia
Pocas naciones cuentan con sistemas de alerta temprana(Earthquake Early Warning, o EEW, por sus siglas en inglés): Japón, China, Turquía, Rumania, Italia, además de la isla de Taiwán, se cuentan entre ellos. Sin embargo, no todos funcionan de la misma manera, ni tienen los mismos alcances.
El más avanzado es el de Japón, vigente desde 2007. Ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, el país es propenso a terremotos, como el que en 1923 dejó más de 100 mil muertos, o el de 2011, de magnitud 9, que dejó miles de fallecidos y provocó un tsunami y un desastre en la central nuclear de Fukushima. El sistema japonés detecta los movimientos, calcula el epicentro y envía advertencias desde los mil sismógrafos que tiene distribuidos en el país. Es capaz de medir ondas P (primarias, constituyen las primeras evidencias de un terremoto. En la Ciudad de México, dispositivos como Quake Alarm pueden detectarlas) y ondas S (secundarias, las más destructivas). Lo maneja el Instituto de Investigaciones Nacionales para la Ciencia de la Tierra y la Prevención de Desastres, aunque es la Agencia Meteorológica de Japón la que envía las advertencias. Además, existen en el país sistemas privados de alerta temprana, que funcionan principalmente en oficinas y fábricas.