John Milton, el hipnotista que busca callar a sus detractores
MORELIA, Mich., 4 de agosto de 2022.- Con una silueta delgada, vestido de saco y pantalón negros con una camisa blanca, se presentó en Quadratín para una entrevista unos minutos después de la hora acordada, John Milton, llamado Caballero de la hipnosis. Llegó con su equipo de trabajo y en poco tiempo se hizo dueño de la situación.
Con una bien cuidada barba y con la cabeza casi afeitada, el alto hombre de inmediato dejó en claro que quería hablar sobre la hipnosis antes de poder demostrar ante las cámaras de Quadratín, lo que era posible hacer con esta técnica. Enseguida señaló que nada más lejos de la verdad era llamar a la hipnosis una charlatanería.
A lo largo de la entrevista, John Milton relató las veces que tuvo que enfrentarse a personas que incluso denostaron a su padre, el famoso Taurus do Brasil, quien, por muchos años, 63 nomás, se dedicó a llevar por muchos países latinoamericanos la técnica de la hipnosis. A sus detractores les demostró con contundencia lo que se puede hacer en un estado profundo de inconsciencia inherente al ser humano.
Una vez terminada la entrevista, pasadas las 11 horas, el hipnotista, la comitiva que le acompañaba y el reportero que realizó la entrevista, salieron del estudio de grabación. Enseguida, John Milton se dirigió a dos mujeres jóvenes, quienes lo esperaban sentadas en un sillón para ser hipnotizadas.
Una de ellas se levantó del sillón y se puso frente al hipnotizador para seguir a pie juntillas lo que él le dijera. Ahí, el hombre de voz fuerte y pausada le dio indicaciones sobre cómo respirar a profundidad, le pidió que cerrara los ojos, y se dispuso a llevarla a un trance más adentro.
Para entonces, John Milton ya tenía un nutrido público entre el equipo de producción, algunos periodistas, e incluso las personas que iban a ser entrevistadas, quienes aún no entraban al estudio de grabación. Todos, en silencio, miraban al hipnotizador que seguía llevando a un trance a la joven mujer. El silencio, en ocasiones, fue cortado por los insistentes pitidos de los autos en la calle, con automovilistas desesperados por pasar un semáforo. Nada de eso inmutó al delgado y alto hombre.
Uno de los acompañantes de John Milton, mostraba en su celular el tiempo que iba transcurriendo, desde que la joven mujer decidió hipnotizarse hasta el momento que ya entraba en un estado profundo de inconsciencia. La mujer era sostenida por otro integrante del equipo, mientras se podía ver que sus párpados se movían rápidamente. Todo esto no llevó ni cinco minutos, pero la tensión y el silencio acrecentaron la sensación de haber transcurrido más tiempo.
En algún momento, el hipnotizador le dijo a la mujer que cuando despertara, se sentiría feliz y relajada, y un instante después, con un fuerte golpe de la suela de su zapato al piso, le ordenó que despertara, lo que ocurrió casi de inmediato, ya que la mujer empezó a incorporarse y mostró sorpresa de ver tantas personas mirándola.
Antes de despedirse, el hombre de negro le aconsejo a la joven mujer que siguiera por ese mundo de la hipnosis, que no lo dejara porque podría traerle muchos beneficios. Acto seguido, como en un espectáculo, John Milton se despidió de todos y junto con la comitiva desapareció por la puerta principal de Quadratín.
La joven mujer, al ser cuestionada con morbo sobre sus sensaciones, indicó que verdaderamente no recordaba lo que había pasado y sí se había sorprendido de despertar en medio de mucha gente, es decir, aseguró que no se trataba de ninguna charlatanería.