Incrementó 10% el abandono de mascotas en contingencia sanitaria
MORELIA, Mich., 27 de abril de 2020.- En promedio, un 10 por ciento se han incrementado el abandono y la entrega al Centro de Atención Animal (CAA) de perros y gatos durante la contingencia sanitaria por el coronavirus (Covid 19), en Morelia, aseveró Alejandro Reyes Pardo, director de la instancia local.
Expuso que la caída o desaparición de la fuente de ingresos de familias en la capital michoacana ha llevado a que no cuenten con recursos suficientes para atender sus necesidades básicas, lo que afecta la calidad y la cantidad de alimento para sus animales de compañía.
“Lo que está pasando ahora es que traen muchos animales, porque no tienen dinero para alimentarlos”, reiteró Alejandro Reyes.
Los ejemplares cuyas familias consideran que ya no están en la posibilidad de mantener son entregados al CAA, donde les dejan o solicitan pasen al domicilio por las mascotas, aunque se ha detectado una amplia proporción de animales que simplemente son abandonados en la vía o espacios públicos.
Detalló que entre la población canina en situación de abandono se destaca la presencia de cachorros, debido a que las crías de hembras que tuvieron un proceso de gestación son abandonadas para eludir los costos de su alimentación, cuidado y atención médica.
Reyes Pardo señaló que se proyecta reiniciar las jornadas de esterilización a partir del mes de mayo, para buscar reducir la población canina y felina en situación de calle, además que, con base en los reportes generados por las personas sobre animales abandonados o que desean entregar al CAA se llevan a cabo rutas de intervención del personal del centro.
***Al alza, quejas por ruido en hogares con mascotas***
El director del CAA expuso que otra problemática que se ha agudizado con la contingencia sanitaria por el Covid 19 ha sido la queja por ruido en los hogares que tienen perros.
Hasta un 10 por ciento han crecido los inconformidades por animales que “ladran durante todo el día, y no dejan dormir a los vecinos”.
Aunque acotó que “es imposible pedir que los perros no ladren”, indicó que dotar a las mascotas con agua y alimento suficientes, evitar mantenerles amarradas; bloquear la visibilidad al exterior para que el perro no ladre a los transeúntes o a los coches, y, de existir varios ejemplares en el domicilio que se pelean con frecuencia, tenerles en áreas separadas, puede ayudar a disminuir el ruido.
“Los animales también se estresan y muchos estaban acostumbrados a que las familias pasaran largos periodos en la calle; ahora que están más tiempo en casa, muchos se sienten invadidos en su territorio o se inquietan por la presencia de los vecinos, lo que les hace ladrar más”, refirió.
Así, la resolución general ante estas quejas es acudir con el propietario de los animales objeto de la inconformidad y pedirle que asuma las medidas pertinentes para mitigar el estrés de sus mascotas, a fin de evitar que una situación de ruido se convierta en un problema vecinal o, inclusive, en un conflicto que pueda culminar como una conducta delictiva.