Incrementar ocupación laboral, reto de la juventud
CIUDAD DE MÉXICO., 21 de agosto del 2020.- Entre los principales retos que enfrentan las juventudes en México, se encuentra la ocupación laboral. De acuerdo con datos del INEGI 2019, alrededor de 9 millones de jóvenes trabajan en la informalidad, hay 3 millones de desempleados y 44.3% se encuentran en pobreza, con salarios bajos, refirió la Presidenta de la Fundación Dime y Juntos lo Hacemos, Gabriela Jiménez Godoy.
De acuerdo con un comunicado, agregó que de acuerdo con datos de la Alianza de Jóvenes con Trabajo Digno, en el ámbito educativo y con la actual situación por COVID-19, se estima que alrededor de 2 millones de juventudes dejarán la escuela. Y que en temas de género, “las mujeres jóvenes son quienes enfrentan mayor discriminación, exclusión y desventaja, al tener que realizar trabajos de cuidado o domésticos sin paga, que se aumenta en esta pandemia, así como la violencia de género no descansa”.
Durante la inauguración del Primer Foro El papel de las juventudes en el panorama actual de México, la Diputada Federal Rosa María Bayardo relató que en materia legislativa “la bancada de diputados jóvenes hemos puesto énfasis en la creación y modificación de leyes federales que aporten a las juventudes. En el presupuesto aprobado en diciembre 2019 para el 2020, se han destinado 419 mil 46 millones de pesos a los jóvenes, cifra inédita en México. Es casi el 7% del total del Presupuesto de Egresos de la Federación. Con dichos recursos se ha apoyado a más de 9 millones de jóvenes a través de diversos programas sociales”.
En su oportunidad, el Director de Investigación y Estudios Sobre Juventud del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), Samuel Abraham Torres Méndez, insistió en que “el desempleo es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los jóvenes, no sólo en términos de la desocupación sino también cuando encuentran en qué ocuparse, pues se enfrentan a empleos precarios. El 56% de los trabajadores jóvenes están ocupados en la informalidad; sector fuertemente afectado por la pandemia”.
La Presidenta del Consejo Ciudadano de Seguimiento a Políticas Públicas en Materia de Juventud del IMJUVE, Abril Ithandehui Maldonado Morales, recordó que las administraciones y gobiernos anteriores han tenido una deuda histórica con los jóvenes, situación que ha propiciado que miles de jóvenes no puedan estudiar, o bien, que estén desempleados. Demandó que “el estado y los gobiernos deben fortalecer y promover un pleno respeto de los derechos humanos de las juventudes, para que sean considerados como una prioridad. Actualmente no se coloca a las juventudes como los protagonistas de sus propios programas y políticas públicas”.
Por su parte, el Asesor Legislativo y Presidente del Consejo Interuniversitario Nacional de Estudiantes de Derecho¸ Guillermo Ucha Cabadas, expresó que a pesar de que más del 30% de la población total en México son jóvenes, su participación en la vida pública es casi nula. Por ejemplo, “en dependencias de gobierno el 15.3% de los participantes son jóvenes, uno de cada 10 funcionarios es joven y uno de cada 10 tomadores de decisión también es joven. Del total del registro de candidaturas en las pasadas elecciones para la Cámara de Diputados, sólo 545 eran jóvenes y sólo 28 lograron obtener un lugar, mientras que en el Senado sólo se cuenta con 2 legisladores de menos de 30 años de edad”.
La expresidenta del Consejo Ciudadano Juvenil del Estado de Querétaro y Delegada de Jóvenes por los Derechos Humanos, Sofía Amaya Santillán, coincidió en que la participación de los jóvenes es baja en partidos políticos e instituciones de gobierno, pero en colectivos y organizaciones de sociedad civil es mayor. Explicó que en el caso de los colectivos, 8 de cada 10 personas involucradas son jóvenes, lo que refleja que “los jóvenes sí participamos y estamos buscando formas alternativas para hacerlo, aunque no necesariamente queremos hacerlo dentro de estructuras formales”.
En tanto la Asesora Legislativa en la Cámara de Diputados y Presidenta de la Comisión Jurídica del Consejo Ciudadano de Seguimiento a Políticas Públicas en Materia de Juventud del IMJUVE, Lizette Vázquez Sánchez, resaltó la importancia de que “ante la próxima generación de la Ley de Juventudes en México, no sólo nos preocupemos por garantizar que las juventudes disfruten de sus derechos, sino que también se garanticen los mecanismos de supervisión que validen que realmente una política pública se va a cumplir, generará cambios y asegura un buen resultado”.
En este espacio de diálogo realizado a través de enlace virtual el jueves 20 de agosto, destacaron entre otras, las siguientes conclusiones:
· Garantizar los derechos fundamentales de todas las juventudes es una prioridad, por lo que la construcción de la próxima Ley General de Juventudes es vital, así como la armonización de todas las leyes para que incluyan a las juventudes. Es urgente la reforma al artículo 73 de la Constitución Política mexicana, en espera de que en el próximo periodo ordinario del Congreso de la Unión, la ley y la armonización sean una realidad.
· Al ser la población joven en México una mayoría resaltante, con 30.6 millones de juventudes, los retos en el sector de empleabilidad, salud, prevención, educación, entre otros, se vuelven prioritarios y de atención inmediata.
· El panorama de la participación de las y los jóvenes, se ve inmersa en muchas ocasiones a las organizaciones preestablecidas por grupos de interés. Por ello, es necesario fomentar espacios reales para que las juventudes se vuelvan agentes de cambio.
· Las mujeres jóvenes, continúan siendo las más vulnerables. No sólo el ser joven las deja en desventaja, sino las actividades domésticas y de cuidado que deben cubrir. A la par, las mujeres jóvenes siguen siendo las más violentadas, sobre todo en el actual confinamiento.
Finalmente, Gabriela Jiménez precisó que resulta vital impulsar el empoderamiento de las juventudes, como Agentes de Cambio en la comunidad que multipliquen acciones positivas y transformadoras. Enfatizó que este espacio de diálogo realizado en el marco del Día Internacional de la Juventud (a conmemorarse cada 12 de agosto como declaró la ONU en 1999), “permitió conocer las diferentes concepciones acerca del papel idóneo que encabezarían las juventudes en el panorama actual del país, así como los retos que se deben superar para que continúen incidiendo en el desarrollo económico, social y político de México”.