Gato Sordo, un café que se escucha y disfruta
MORELIA, Mich., 5 de enero de 2018.- En la esquina que forman las calles Sánchez de Tagle y Padre Lloreda en la colonia Cuauhtémoc, muy cerca del Centro Histórico de Morelia, se encuentra la cafetería Gato Sordo que se caracteriza por brindar herramientas a personas con debilidad auditiva. Hace poco más de un mes cumplió su primer aniversario.
Magdalena Vargas García, dueña de la cafetería, explica que fue todo un proceso, algo de bastante tiempo en el que planearon abrir el concepto, porque más allá de abrirlo como un negocio, lo visualizaron como un proyecto social.
"Buscamos darle trabajo a las personas con discapacidad auditiva y empoderar a los chavos, apoyarlos para que ellos puedan en un futuro poner un negocio como este y poderle dar la oportunidad de trabajo a más personas; tratar de hacer una red de negocios", relata a Quadratín.
Magdalena Vargas reconoce que lo que hace es por amor al arte, es por ayudar a saciar una necesidad, la discapacidad auditiva, "pero realmente todas las personas con discapacidad se ven muy limitadas en cuanto ofertas de trabajo, en cuanto a oportunidades de crecimiento, desarrollo personal, laboral, de todos tipos".
Indica que la discapacidad audiovisual es, a su ver, la más complicada de todas porque en muchas ocasiones no se ve, se dice que es una discapacidad invisible, "no te das cuenta que alguien es sordo hasta que entras en interacción con esa persona", asegura.
Realmente esto es como amor al arte, reitera, "mucha gente se sorprende porque no tengo familiares ni primos ni tíos o hermanos sordos, realmente fue nada más porque vi que este sector tenía una necesidad muy grande de crecimiento y de apoyo", asevera.
La cafetería se inauguró en noviembre del 2016 por lo que está cumpliendo un poco más de un año, en ese tiempo ha tenido muy buena respuesta, manifiesta la dueña, "a lo mejor ahorita mi clientela, las personas que vienen, un 80 por ciento son oyentes y el 20 restante son personas sordas, pero ha tenido muy buena respuesta, ha venido mucha gente con la intención de querer aprender la lengua de señas".
Gato Sordo tiene por ahora dos grupos de talleres de lengua de señas. El primero es los días miércoles de 17 a 18:30 horas, y el otro los días sábados de 11 a 13:30 horas, se imparten seis sesiones un día a la semana, se termina este taller y vuelven a iniciar con otro, las personas salen de ahí aprendiendo lo básico para poder entablar una conversación. Son grupos de hasta 20 personas.
La propietaria cuenta que pasa algo muy chistoso: la lengua de señas es a nivel nacional pero en cada estado es diferente por regionalismos, "de repente viene alguien de Monterrey y pide un frappé de mango" y resulta que la palabra mango es diferente que como se hace en Monterrey por lo que cada día hay que estar aprendiendo los regionalismos que hay y los que se tienen en la ciudad, explica.
Los retos a los que se enfrentan como proyecto es hacer conocer más el lugar, que la gente se dé cuenta lo que se realiza en Gato Sordo, por lo que están viendo la manera de crecer, como llevarlo incluso a otros estados, porque los han visitado personas de otros lados que les piden tener un Gato Sordo en su ciudad, refiere Magdalena.