En Juchitán van contra las telas pirata
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de junio de 2017.- Los guardias armados en la entrada de la tradicional fiesta del pueblo denominada Vela Biadxi/Vela de los Ciruelos en el barrio de Cheguigo de Juchitán, en el sur de Oaxaca, pararon en seco a las mujeres que no portaban las vestimentas (enagua y huipil) originales, elaboradas con textiles zapotecas. La orden de los organizadores era no dejarlas pasar, contravenían las reglas; no entran con estampados chinos.
“Prohibido la entrada de personas que no respeten las siguiente indicaciones: Hombre vestido de mujer, mujer vestido de hombre, vestido de corset, traje estilizado y estampado chino”, reza otra invitación, mucho más drástica, la de la Vela San Vicente Ferrer, celebración dedicada al santo patrono de la ciudad, ordenanza que fue tachada por defensoras de derechos humanos de la región como transfóbica y discriminatoria.
De acuerdo con El Universal, los integrantes de las sociedades de las velas, encargados de establecer las reglas para el buen desarrollo de las celebraciones en Juchitán durante mayo, dedicadas a santos y oficios, determinaron que era necesario y urgente frenar la venta masiva de las telas estampadas con reproducciones de los textiles; bordados y cadenillas, las dos variaciones en la vestimenta de las mujeres zapotecas que tanta fama le ha dado a Oaxaca.
Esta decisión se dio a raíz de que en toda la región, pero sobre todo en Juchitán, se disparó la venta y compra de telas estampadas o impresas elaboradas por empresas de Guadalajara, Oaxaca y hasta chinas, las cuales se utilizan para confeccionar los trajes tradicionales, causando controversia al grado de prohibirlas por considerarlas un saqueo al patrimonio textil y para preservas las “tradiciones y costumbres”.
“Vemos con preocupación que se reproducen nuestros bordados por empresas de manera masiva y nadie hace ni dice nada, no se pone un alto a este saqueo de nuestro textil. No se ve pero esto le está quitando el trabajo a nuestras artesanas, porque se vende a muy bajo precio, por eso se decidió hacer algo; prohibir la entrada, pero además sirve de que así se conserva la tradición y el ritual”, argumentó Yolanda Ulloa, mayordomo de la Vela San Vicente Ferrer.
La empresa mexicana Modatelas comercializa con telas estampadas de manera masiva copiando el textil zapoteca de manera directa y ofertándolo tanto en Oaxaca como en Chiapas hasta por 39 pesos el metro, dependiendo de la tela aumenta el precio, pero no rebasan los 100 pesos, lo que atrajo como consecuencia la alta demanda entre las zapotecas.
“Yo la verdad me compré dos trajes con estampado y me salió a 500 pesos cada uno, mil veces más barato que las originales que, los más sencillos, cuestan 3 mil pesos y los más caros hasta 15 mil. Claro, es una copia, pero da el gatazo y para estrenar, pues las estampadas, aunque a las velas no las llevo porque no me dejarán entrar; las uso en fiestas sencillas”, confesó Jazmín Guzmán, comerciante de Juchitán.
En la región del Istmo de Tehuantepec los trajes tradicionales bordados de flores van desde 10 mil pesos hasta los 25 mil pesos, mientras que las cadenillas se ofertan desde 3 mil pesos hasta 15 mil; los trajes pintados van desde 2 mil 500 a los 5 mil pesos, todos elaborados a mano en un lapso de un mes a tres meses, dependiendo de lo elaborado de los diseños.