Comida picante, el sello de México que divide preferencias
MORELIA, Mich., 16 de enero de 2025.- Sin conocerse el origen, cada 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Comida Picante. Es sabido que en nuestro país se consume mucho picante, y la mayoría de los platillos consideran algún chile como ingrediente. En Quadratín salimos a la calle a preguntarle a las personas cuál es picor que más disfrutan en sus comidas.
La señora Etermina realmente le gusta poco el picante en la comida, por ello casi no lo acostumbra. Cuando llega a comer picante lo hace con algún guiso de carne que lleve chile colorado, pero nada más.
La señora Blanca manifiesta que sí le gusta la comida picante; sin embargo, ahora ha dejado de comer tanto porque ya le cae algo pesado, "me gustaba mucho el perón a la hora de la comida, rebanado y en salsas. La salsa verde, la de tomate verde asada, es más sabrosa, y la salsa de jitomate también asada en el comal con chiles verdes, ajo y cebolla en el molcajete, es muy sabrosa", dice
El picor que menos consume es el del chile guajillo, porque constantemente tiene irritada su garganta y no le cae bien, no obstante el chile perón es de sus preferidos, pero debe ser en vinagre, con cebolla fileteada y ajo entero.
"Es lo que le da sabor a la comida. Una comida sin picante no está buena", señala la señora Alicia quien asegura que el chile con moderación tiene algunas propiedades, una de ellas es su cualidad antioxidante, más cuando es fresco, manifiesta y da algunos ejemplos como el chile poblano, el que llaman chilaca y el chile verde, "todos tienen propiedades", asegura.
Entre los sabores picantes preferidos están el de chile piquín y el chile verde, expresa, pero también, el sabor del chile poblano, después lo analiza y señala que todos están buenos realmente.
Ese sabor picosito que da el chile de árbol y el habanero, es el que más le gusta a Saraí, quien desayuna en uno los portales de Morelia. Los consume en salsa, pero también en ocasiones a través de guisos preparados. El que no probaría es el que llaman Carolina Reaper, un chile venido de California, modificado y que es en extremo picoso, considerado el más picoso del mundo.
"No acostumbro los muy picantes como los habaneros, aunque a lo mejor puede ser en alguna ocasión especial o con la comida", expone Liliana, quien manifiesta que los que más le gustan en salsas son el chile serrano, el jalapeño y el de árbol, este último en la salsa de aceite a la que llaman macha. No comería los que tienen fama de ser muy picantes, y en particular hay una combinación que le irrita, la cual es la salsa de xoconostle con chile de árbol, es muy rica, pero le cae mal.
Perla casi no consume comida picante, asegura, "supongo que la mayoría sí y es que estamos acostumbrados a que la comida pique, y bueno, bien dicen que si no pica no está rica la comida", explica riendo. Confiesa que tiene gastritis y por ello ha tenido que dejar las comidas picantes e irritantes.
Pedro asegura que desde niño nunca lo acostumbraron a comer picante en casa, "mi familia sí es de comer picante, pero nosotros, como estábamos chiquitos, siempre mi tía que era la que estaba cuidándonos, decía que no nos dieran, entonces fuimos creciendo, ni se nos antojaba, y ya también nos quedó la lengua muy sensible para eso, entonces nada de picante", asegura.