Carece Michoacán de un padrón de cañones antigranizo
MORELIA, Mich., 28 de agosto de 2018.- Michoacán carece de un padrón de usuarios de cañones antigranizo con fines agrícolas, refirió Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet).
Expuso que si bien la operación de cañones antigranizo requiere de la tenencia de permisos por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Semaccdet, no se tiene conocimiento de la cifra de mecanismos instalados en la entidad, como tampoco de cuántos son regulares.
Los cañones antigranizo son aparatos que mediante una detonación evitan la caída de granizo; suelen utilizar gas acetileno, altamente inflamable.
Además de prevenir la caída de granizo, los cañones contribuyen a dispersar las nubes, alteran los patrones de lluvia, representan un riesgo para personas y fauna por la combustión del gas acetileno y causan contaminación auditiva.
Por ello, afirmó, iniciará en breve un operativo de clausura de cañones antigranizo que no acrediten contar con los permisos de la Sedena y la autoridad ambiental.
Estimó que en Michoacán existen mil cañones antigranizo, los que están ubicados sobre todo en la región aguacatera, como los municipios de Uruapan, Villa Madero, Tingambato, Ario de Rosales y Tancítaro.
Esta cifra deriva de la recepción por parte de la Mesa de Seguridad Ambiental de denuncias ciudadanas.
Al momento, se registran cinco mil firmas de comuneros y ejidatarios residentes en los municipios de Tacámbaro, Villa Madero y Ario de Rosales, entre los que destacan productores agrícolas de temporal.
Ricardo Luna agregó que de forma paralela al operativo de clausura de cañones de granizo irregulares se prevé incentivar la adopción de otras alternativas para prevenir los daños que el granizo ocasiona a las frutas y el follaje de las huertas.
Entre éstas, manifestó la implementación de mallas antigranizo, a semejanza de las huertas de manzana instaladas en Chihuahua, que protegen la producción frutícola sin interferir en los patrones de lluvias u ocasionar riesgos a las poblaciones humanas y la fauna aledañas.