Bazar: nostalgia convertida en negocio

MORELIA, Mich., 3 de enero de 2017.- La nostalgia es también una forma de hacer negocio, de hacerse un modo de vida. Para toda una familia, el bazar Los Palomitos representa su modo de subsistencia desde hace unos seis años, y la oportunidad de ofrecer muebles y objetos de segunda mano a precios accesibles de cara a una crisis económica.

Paloma, una de las hijas de esta familia, platica para Quadratín que el bazar funciona a través de las personas que llegan a venderles sus muebles usados, porque compraron otros o simplemente ya no los utilizan, "ellos traen sus muebles usados para que sean reutilizados, para que otra familia diferente pueda usarlos".

Lo que se mueve más rápido son comedores, refrigeradores, bases de cama, colchones y salas, además de pequeños objetos decorativos. Los muebles grandes y los más gastados son los que tardan en salir, como las vitrinas y libreros, los cuales están llenos de objetos; hay tantos que se pierden a la vista.

Paloma asegura que cuando más personas acuden al bazar a vender y a comprar muebles, es en temporadas vacacionales y a finales de año, cuando aparece el espíritu renovador. Dice que ya pueden ser localizados a través de su página de Facebook, una ventana más para dar a conocer sus servicios.

Juan Carlos, el padre de familia, explica que la esencia de su negocio es que le lleven las cosas, se las vendan y les sean útiles a otras personas; "lo que no utilizas será utilizado por otra persona".

Pero no todo queda ahí. Los muebles y objetos que llegan, en las condiciones que estén serán utilizados, si ya no es posible su uso se reciclan, pero todo se aprovecha.

Los objetos tienen historias, cuenta Juan Carlos, historias tristes y alegres. Asegura que han llegado personas que se deshacen de muebles que eran de algún familiar y les traen malos recuerdos, o son producto de un divorcio, pero también  están jóvenes recién casados que aprovechan los costos bajos para empezar a amueblar sus casas.

La nostalgia juega un papel importante en ese negocio, porque muchas personas compran cosas con las que crecieron, las reconocen y se identifican, son viajes al pasado a través de los objetivos, argumenta Juan Carlos, que deja la entrevista para atender a unos clientes, colonos de la aún tenencia de Jesús del Monte, donde se encuentra el bazar.