Atiende CEDH 37 quejas por presunta tortura en lo que va de 2019
MORELIA, Mich., 1 de agosto de 2019.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) tiene sobre la mesa 37 quejas por presunta tortura en lo que va del presente año, que acumuladas con las recibidas en 2018 están pendientes 82 casos en estudio para posible emisión de recomendaciones
La CEDH informó a Quadratín que la Coordinación de Orientación Legal, Quejas y Seguimiento, que dirige Ángel Botello Ortiz, que de 2018 a la fecha registra 82 quejas por presunta tortura, atribuidas principalmente a autoridades de seguridad pública y procuración de justicia.
Precisó que de las 82 quejas 45 expedientes corresponden a 2018, mientras que este año la CEDH ha recibido un total de 37 quejas por presunta tortura de parte de autoridades de la SSP, Fiscalía General así como de los ayuntamientos de Zamora y Jacona.
También hay una queja en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional, que se remitió a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por cuestión de competencia.
La tortura se refiere a todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, físicos o psicológicos, con el fin de obtener de ella o de un tercero, información o una confesión.
En términos de ley y tratados internacionales para la defensa de garantías, la tortura es considerada una grave violación a los derechos humanos, que atenta contra la dignidad de las personas y provoca daños graves tanto físicos como psicológicos.
De acuerdo a los expedientes de la CEDH, el mayor número de casos de tortura se presenta durante la detención, mientras la persona se encuentra bajo la custodia de la autoridad.
Generalmente los lugares en donde se cometen estas prácticas son en los propios domicilios de los agraviados, en los medios de transporte en que son trasladados, o las oficinas de las corporaciones policiacas.
Respecto a la tortura física se presenta en distintas variantes, principalmente golpes en distintas partes del cuerpo con las manos, los pies y objetos contundentes; como un medio intimidatorio para incriminar a la persona; o como castigo.