Al segundo trimestre de 2017, Morelia refleja una economía sana

MORELIA, Mich., 27 de julio de 2017.- Un superávit del 12 por ciento en la percepción de ingresos propios y un pasivo a corto plazo por 30 millones de pesos, así como un adeudo bancario a largo plazo por 180 millones de pesos, son los resultados del análisis de la cuenta pública de Morelia correspondiente al segundo trimestre de 2017, señaló Alberto Gabriel Guzmán Díaz, tesorero municipal.
Tras la aprobación por mayoría por el Cabildo en sesión extraordinaria de la cuenta pública del segundo trimestre de 2017, Guzmán Díaz detalló que la concentración de la contabilidad del municipio, con inclusión de ingresos, egresos y situación financiera, arroja como resultado una economía sana para Morelia.
Detalló que destacan en el informe la incorporación al patrimonio municipal de poco más de 200 terrenos con un valor global de 34 millones de pesos procedentes del extinto Instituto Municipal de Vivienda (Imuvi), que ahora es una dirección de la Secretaría de Desarrollo Humano y Bienestar Social, así como de una cuenta por cobrar que totaliza 40 millones de pesos, generada por el otrora instituto, que contaba entre sus funciones el desarrollo y la venta de inmuebles a grupos vulnerables que requerían de un sitio para vivir.
Asimismo, expresó el tesorero municipal, se observó un aumento del 12 por ciento en la percepción de ingresos propios captada por el ayuntamiento en el período de referencia, lo que representa 50 millones de pesos adicionales procedentes sobre todo del pago del impuesto predial, pero también del pago de derechos, traslados de dominios y licencias varias.
Expuso que la previsión es cerrar 2017 con una recaudación de ingresos propios por 700 millones de pesos, de los cuales al momento se han sumado 400 millones de pesos, por lo que la expectativa es que se logrará la meta de un cierre de ejercicio fiscal sano y con superávit en relación con las proyecciones iniciales.
En cuanto a los pasivos, Alberto Gabriel Guzmán mencionó que se ha detectado un saldo insoluto con vencimiento a corto plazo por 30 millones de pesos, generado por adeudos de ejercicios fiscales anteriores (Adefas) y con fecha de pago estimada para junio de este año, con casos esporádicos previos a mayo de 2017.
Las Adefas, agregó el funcionario, se originaron en todas las dependencias y corresponden al retraso en el pago ocasionado por el procedimiento burocrático para la validación y la liberación de los recursos, por lo que no representan un foco de alarma para la administración local.
Aunado a este adeudo, se cuenta con un crédito bancario pagadero a largo plazo, cinco años, por 180 millones de pesos, con Banobras, que genera la erogación de 3.5 millones de pesos por mes, el cual registra un comportamiento saludable y no compromete la viabilidad financiera del municipio.
Crédito con Afirme, por concluir en agosto
Guzmán Díaz afirmó que la presión ocasionada al erario público por el pago de deudas a largo plazo experimentará una reducción importante a partir de septiembre próximo, luego que el municipio pague en agosto la última mensualidad correspondiente al préstamo tramitado con la banca Afirme.
Así, de un total mensual destinado por el ayuntamiento al pago de pasivos bancarios por 5 millones de pesos, se pasará a 3.5 millones de pesos, una reducción por 1.5 millones de pesos que tentativamente se asignará a la mejora de servicios prestados por el municipio, sin definición aún de los rubros que recibirán estos recursos que en breve serán liberados y que ascienden a 18 millones de pesos por año.
Recordó que recientemente se refinanció la deuda que el municipio tenía con HSBC y Bancomer para reducir en 30 millones de pesos el pago de intereses, deuda que reclamará la entrega a Banobras de 42 millones de pesos anuales por un período de cinco años, un total de 210 millones de pesos.