Abortar, delito más grave que el abuso sexual: Carlos Garfias
MORELIA, Mich., 12 de mayo de 2019.- El aborto es un delito más grave que el abuso sexual que puede tener muchas formas de realizarse sin que implique la muerte de un inocente y ahí radica la diferencia en la gravedad moral, afirmó el arzobispo Carlos Garfias.
En el caso del aborto, la iglesia misma tiene la pena de que no cualquier sacerdote puede absolver, sino que tiene que ser con una delegación especial por la gravedad del delito, indicó el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En la rueda de prensa que cada domingo ofrece el jerarca de la Iglesia Católica en México, señaló que el abuso sexual en cambio, puede tener muchas formas que van disminuyendo la gravedad del delito.
No obstante, urgió a denunciar los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en contra de infantes ya sea ante las autoridades eclesiásticas o las civiles, al dar a conocer las nuevas medidas que deben adoptar todas las diócesis del mundo para prevenir y combatir esos delitos.
Destacó cinco puntos clave de la carta apostólica Vox estis lux mundo dada a conocer por el Papa Francisco el pasado siete de mayo, la cual entra en vigor el próximo primero de junio:
Todas las diócesis deben establecer antes de junio de 2020 sistemas estables y de acceso público para informar de los casos de abuso sexual y de encubrimiento de los mismos.
El Motu Propio obliga a todos los clérigos, a los religiosos y a las religiosas, a informar a las autoridades eclesiásticas competentes de los abusos de los que tengan conocimiento.
En el caso de denuncias contra obispos, la carta apostólica introduce medidas procesales que, en general, solicitan la verificación de lo notificado al metropolitano de la provincia eclesiástica.
Por primera vez, este documento establece plazos dentro de los cuales se debe llevar a cabo la investigación, así como las modalidades que debe seguir el metropolitano, que puede valerse de la contribución profesional específica de los laicos. Los casos notificados deberán ser verificados prontamente y se tratarán de acuerdo al derecho canónico.
El Motu proprio pone énfasis en el cuidado de las personas ofendidas y en la importancia de acogerlas, escucharlas y acompañarlas, ofreciéndoles la asistencia espiritual y terapéutica que necesiten.
En su mensaje dominical reconoció que: “Los delitos de abuso sexual ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológico y espirituales a las víctimas y perjudican a la comunidad de los fieles.
“Para que estos casos, en todas sus formas, no ocurran más, se necesita una continua y profunda conversión de los corazones, acompañada de acciones concretas y eficaces que involucren a todos en la Iglesia, de modo que la santidad personal y el compromiso moral contribuyan a promover la plena credibilidad del anuncio evangélico y la eficacia de la misión de la Iglesia, la cual aprende de las amargas lecciones del pasado, para mirar hacia el futuro con esperanza”.