El indomable
El término indomable tiene un claro significado polisémico pues se asocia, en primer lugar, a algunas especies animales que son complicadas de someter por su condición natural. Sin embargo, en la especie humana, lo podemos ligar- relativamente- a todas aquellas personas que son difíciles de subyugar. De hecho, a un grupo de luchadores profesionales les gustó el término que encaja perfectamente en la personalidad de Ricardo Monreal, dijeron en la previa de la presentación de su evento masivo en la Arena México que, por cierto, se abarrotó.
Siendo Ricardo Monreal uno de los cuatro aspirantes de Morena reconocidos por el propio presidente López Obrador, y porque su nombre siempre está en los titulares de la prensa, lo mismo en los fragmentos de análisis, lo ha hecho uno de los personajes de la política a seguir, especialmente dada su personalidad y la independencia de pensar y actuar pues él mismo ha admitido y ha dejado constancia de que posee un juicio y un estilo particular que es una de las características intrínsecas del coordinador de los Senadores de Morena.
A varios les cuesta trabajo aceptarlo o es una forma de recurrir a intentar defenestrar de Morena por su naturaleza o modo de ser. Pero cada persona es distinta; cada uno define su temperamento o identidad que lo hacen único o distinto a los demás. Empero, en estos tiempos donde el presidente Obrador abrió el juego sucesorio resulta que a muchos- curiosamente- les ha sorprendido que en ocasiones el Senador Ricardo Monreal no esté de acuerdo en algunos puntos.
Tengo la sensación que, esa situación, es el pretexto perfecto para encontrar una rendija y poder atacar porque la elección anticipada está marcada por la hostilidad, la manipulación y todo tipo de instrumento que sirva para reforzar todo aquel mecanismo antidemocrático que Morena tanto critica. Nos hemos acostumbrado a eso ya. Es lamentable, pero vivimos en una regresión por los intereses que despertó el juego sucesorio presidencial.
No ha sido lo correcto, ni mucho menos lo más democrático y plural dado que Morena abanderada- se supone- la pluralidad y el respeto que deben de reinar. No obstante, sí hoy miramos alrededor pasa todo lo contrario: el universo político desató una guerra fratricida innecesaria, no solo porque infecta de actitudes negativas de quienes adoptan esa forma soez, sino también al poner el riesgo la propia elección electoral que se pueda capitalizar luego de una fractura irreparable.
Y la transición que vivirá nuestro país en 2024 acarreó ese tipo de conductas. A la vista de todo el mundo se siente y percibe cómo han tratado de sacar del juego sucesorio presidencial de Morena a Ricardo Monreal cuando intentan desprestigiar como manipulaciones y burdos mecanismos como el Martes del Jaguar. Asimismo, lo hicieron con intrigas y falsas conspiraciones.
Detrás de todo ello está una de las “corcholatas” que busca allanar su propio camino a costa de todo.
Pero Ricardo Monreal es un viejo lobo de mar de la política; un hueso duro de roer y un animal político indomable. Pese a que la estrategia es muy dura y punitiva, él se ha mantenido firme en la lucha legítima presidencial, incluso, este fin de semana mostró músculo y su capacidad de convocatoria en la Arena México de la propia alcaldía Cuauhtémoc donde una multitud abarrotó el inmueble.
Fue claro en su discurso: seguirá hasta el final y esperará el tiempo para registrarse en la elección interna de Morena. Asimismo, ratificó que no cambiará su juicio ni personalidad que fue, sin duda, uno de los puntos más importantes.
Recordemos que, en Morena, muchos adoptan una personalidad homogénea pensando que esa postura tendrá un juicio positivo del presidente Obrador. Pero no podemos estar de acuerdo en todo; eso va en contra de la naturaleza y la personalidad porque tienden a ser una emulación hasta en el discurso y la narrativa que está dando muestra de desgaste con tal de satisfacer la imagen del mandatario, aunque más de polarización más concretamente en el interior de Morena al grado de señalar a quienes piensan distintos a ellos.
Él único que ha gritado a los cuatro vientos y qué no se ha subyugado o alineado a los designios de Palacio Nacional es Ricardo Monreal. Muchos pensaran que eso es, en política, un grave riesgo si vemos el grado en que muchos se sujetan a un esquema oficialista. Empero, Monreal es un aliado y socio incondicional que ha sacado adelante una agenda desde el legislativo cumpliendo cabalmente las propuestas donde el zacatecano ha sido eficiente e infalible. Tengamos memoria legislativa, pero además histórica.
Finalmente, en Morena hay un Rebelde con Causa. Su nombre es Ricardo Monreal y es, hoy por hoy, un animal político indomable que tiene su propio juicio y personalidad, y eso no lo hace un opositor pues su ADN se sostiene por esos atributos que, lejos de ser un detonante de fractura considerando como miden desde adentro la obediencia, son una de las cualidades de emancipación muy atractivas para la militancia y simpatía de muchos morenistas, y la población en general, los mismo que diversos sectores que han encontrado un punto de apoyo en Ricardo Monreal que sigue firme en la Reconciliación Nacional que será, sin duda, la bandera de su proyecto presidencial que, en este momento, está fuerte y vigorosa; una probadita de lo que es capaz se dio el sábado en la Arena México.