Villa Olímpica, dentro de la competencia en la sección de documental
MORELIA, Mich., 26 de octubre de 2022.- Mientras se mantuvo el exilio, las personas estuvieron juntas; sin embargo, una vez que llegó la democracia a Sudamérica, empezaron las rupturas familiares, expuso Sebastián Kohan, director del documental Villa Olímpica, filme que está en competencia en la Sección de Documental Mexicano.
"La idea surge de un día en que yo vuelvo a México después de 30 años. Yo viví mi infancia en México, pero a los 12 años me fui a Chile", explicó e indicó que cuando regresó a México, vio la Villa Olímpica y cuando lo hizo, supo que ahí había una historia. La Villa Olímpica albergó, durante años, a familias chilenas y argentinas, al exiliarse de sus países.
El director recordó que vivió en Tlalpan, que queda en la misma zona donde estaba la Villa Olímpica, pero no ahí, aunque conoció a muchas personas de ahí, tenía muchos amigos y era parte de ese mundo sin vivir en la villa.
Ahí vio una gran historia de esta comunidad que se había fundado en el sur de Ciudad de México; "siendo México un país de acogida para todos los sudamericanos, era una película histórica, digamos, para contar lo que había pasado", aseveró.
No obstante, con los años, en el tiempo de la investigación para hacer el documental, Sebastián se fue dando cuenta que la historia tenía más capas, que esa comunidad, así como existió, un día se rompió, ¿por qué?, cuestionó, porque volvieron las democracias al Cono Sur.
Entonces los refugiados que se habían ido escapando de Sudamérica a México, ya podían volver, y habían escapado de las listas negras, señaló. En ese sentido, expresó que el retorno de las democracias siempre había sido leído e interpretado como algo evidentemente positivo, pero en ese contexto se rompieron muchas cosas.
Algunas cosas que encontró en su investigación, fue que había rupturas, porque el momento del retorno siempre había sido leído como algo muy feliz; "en este contexto, en México, cuando las parejas, nuestros padres, planteaban la posibilidad de volver, muchas veces una parte la pareja quería y la otra no, y ahí se separaron muchas parejas", refirió.
El exilio, dijo, mantienen las cosas como están, mantiene la comunidad unida, porque necesitan estar juntos, pero en el retorno ya no existe; "esta membrana que te une, todo puede estallar en pedazos, y así fue, dentro del contexto del jolgorio político, había historias familiares muy difíciles", dijo, y de lo que se dio cuenta haciendo investigaciones, era que había algo más interesante que eso, y era algo de lo que se había hablado muy poco y era concretamente de su generación.
En este sentido, lo que se cuestionó fue qué pasaba con los hijos de los exiliados, "lo que sucedió es que cuando volvieron todos, nosotros también volvimos, y todo mundo ha hablado siempre de volver, volver, volver, y cuando nosotros volvimos nos estamos dando cuenta que no estábamos volviendo; nos estábamos yendo, entonces lo que era un retorno se convertía en un nuevo exilio".
El director explicó a Quadratín, que había historias de su generación que habiendo sido extranjeros toda la vida en México, que ya no era un conflicto, de repente en las tierras de origen, o en la apariencia de origen, eran extranjeros de nuevo. Ya no había una comunidad que diera cobijo, ya era cada adolescente en su casa y en su cama con su problema.