Se suman miles de mujeres a Un día sin ellas en Jiquilpan
JIQUILPAN, Mich., 09 de marzo de 2020.- Académicas, profesoras, amas de casa, policías privadas y públicas, mujeres en general, cumplieron con la consigna “un día sin nosotras”, la víspera se manifestaron en las plazas principales del municipio, “para celebrar, pero también contra todo tipo de violencia”
Aún hay mucho por hacer y debemos hacer evidentes las diferentes dominaciones y violencias que se ejercen en la sociedad coincidieron algunas de las mujeres que impulsaron desde diversos ámbitos acciones en el municipio, además dejaron claro que también es necesario trabajar en la información y conciencia de que el problema “no es de género sino de un sistema, un orden de cosas que produce violencia y desigualdades producto de poder y dominación entre seres humanos”.
Participante de la concentración de este domingo, Lilia Mata, pedagoga, ama de casa y trabajadora de una empresa pública explica que en una sociedad patriarcal y marcada por esta condición, las propias mujeres han terminado por normalizar su estado de subordinación, “un buen ejemplo de esto, es que para faltar a los respectivos trabajos y dejar de hacer actividades, seguimos pidiendo permiso al jefe o al esposo etc., así que coincido en que hay mucho por hacer en este sentido y tenemos que hacerlo nosotras mismas”.
Celebro expuso, que ahora en estas concentraciones se presenten mujeres que en otros momentos no lo hubieran hecho, es más muchas como mis compañeras policías nunca habían hecho esto, esos pasos son muy importantes para la toma de conciencia de todos, no solo de ellas sino de la sociedad misma que debe ser más horizontal en todos los sentidos.
Alejandra Velázquez promotora cultural, ama de casa, madre trabajadora, pareja y feminista dejo claro por su parte, que el trabajo de emancipación y erradicación de violencias es individual, pero también colectivo y se hace todos los días, desde los diferentes ámbitos, pasa por la escuela, la casa etc., es necesario asegura, fomentar una cultura del respeto, la tolerancia hacia el otro y sobretodo haciendo visibles las actitudes de poder y dominación que hemos vuelto normales y reproducimos de manera natural incluso como mujeres.
Aunque no falto el oportunismo de quienes quisieron “llevar agua a su molino” y aprovecharse de esta legítima manifestación, las mujeres hicieron sentir su ausencia sobretodo en oficinas públicas y algunas escuelas en un municipio donde en términos poblacionales, las mujeres ocupan un lugar muy importante.