Historias invisibles, el trabajo musical en pandemia de MiQuél
MORELIA, Mich., 15 de septiembre de 2020.- El confinamiento y la música se unieron para buscar un canto por la dignidad; así lo toma el cantautor español independiente MiQuél, quien en entrevista para Quadratín habla sobre las seis canciones que compuso confinado por la pandemia, y que dio a conocer bajo el nombre de Historias invisibles.
Son temáticas que han estado invisibilizadas por la sociedad, explica el cantante; "un tanto omitidas, que pasamos diariamente sin darnos cuenta por ellas y la pandemia ha hecho que se agrave su situación".
Explica que también es una serie de videos que abordan temáticas sobre el personal sanitario de limpieza e higiene en los hospitales; las personas mayores; niños, niñas y adolescentes; poblaciones callejeras; personas privadas de la libertad; y un tema tabú: la pérdida, el duelo para superar la muerte de las personas; "con las pérdidas que ha habido en esta pandemia, sin poder despedirse y sin hacer el luto, esto ha hecho que sea más compleja la despedida de los seres queridos", indica.
Historias invisibles nació durante el confinamiento por la pandemia. Estando en México, el cantautor español explica que encontró el espacio y el tiempo para escribir estos temas que le tocaron de fondo y de cerca, porque hay muchos temas. Las canciones son: Doce horas, Estar aquí no es nuevo, Ríos de la piel, Educarnos a la vez, Duelo, y Samba de luna llena.
"En el confinamiento bajas la persiana; no hay conciertos, no hay nada y los artistas tenemos que trabajar, y entre la inspiración y crear, y en este caso como cantautor tenía esa inquietud y esa curiosidad de querer hablar de estos temas de una temática social, generar conciencia, empatía y solidaridad", sobre todo, explica MiQuél, porque esto es un canto por la empatía y la dignidad.
Todas las personas, independientemente de su situación, señala, sea que vivan en la calle, privadas de la libertad, tienen dignidad; "las personas mayores, los niños que los tratamos muchas veces de forma injusta, tienen dignidad, entonces el común de todos ellos es el canto por la dignidad", asegura.
"Esos temas me tocan de cerca de alguna forma", porque tiene familiares que trabajen en el ámbito de la salud y también estando en Ciudad de México se pudo acercar a estos colectivos. Hace un tiempo, recordó, en la Navidad del año pasado, estuvo en convivencia con poblaciones callejeras a partir de una asociación llamada El Caracol; "hicimos una convivencia, llevé la guitarra, le canté a personas que no conocía".
Fue un intercambio cultural, refiere, "porque también vi las pastorelas que hicieron los jóvenes, y estuve en un concurso de pastorelas que hicieron reclusorios de Ciudad de México, y entrar en reclusorios, estrechar la mano de las personas que están privadas de la libertad, verlos actuar, ver qué es lo que les da el arte fue, muy emotivo", asegura.
Todos tenemos abuelitos y queremos que no les pase nada, dice el cantautor; "queremos que sean felices porque la edad no significa que se le extinga el amor y que no tengan derecho a la vida ni cosas así", cuenta MiQuél.
Y sobre los niños, niñas y adolescentes, indica que parte de su confinamiento lo pasó en España y estaba con su sobrina de cuatro años. Jugando con ella, se dio cuenta de que no siempre se es justo con los niños; "caemos en ese adultocentrismo, en esa estructura del poder, en ese imponer cosas porque uno es mayor", expresa, y entonces quiso hacer una canción que hablara de ese tema.
La música tiene una función de visibilizar para MiQuél, porque tiene un poder tremendo, y es la responsabilidad de las personas que hacen música, "hacer canciones con una letra y un mensaje que genere valores y nos haga mejores como personas, o al menos preguntarnos".