Fanfarrones del amor y la libertad llenan calles con tonos del arcoíris
CIUDAD DE MÉXICO, 30de junio de 2019.- Cuarenta y un año después, sin la amenaza del pelotón de fusilamiento moral, cerca de un millón de ciudadanos salieron a las principales calles de esta ínsula de libertades que es Ciudad de México (CDMX) para confirmar una vieja consigna del movimiento gay mexicano: nadie es libre, hasta que todos seamos libres.
Son las 10 de la mañana del sábado y la ciudad limpia, con un cielo azul, moteada por copos de algodones blancos, con un aire transparente, un clima veraniego que invita a tirar la ropa, es el escenario perfecto para esta representación masiva anunciada como la 41 marcha del orgullo LGTTTB.
Me ubico en el emblemático Hemiciclo a Juárez, sobre la avenida ídem, resguarda por cordones de policías azules mientras un helicóptero del gobierno de izquierda de CDMX hace giros rasantes sobre los rascacielos de la avenida Reforma.
El Caballito amarillo de Sebastián y vigila desde lo alto el desarrollo de esta movilización sin par en esta calle asediada cotidianamente por la rabia, la protesta de todos, y cuando digo todo, todo es todo.
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