Corridón: toreros cierran noche con broche de oro
MORELIA, Mich., 6 de mayo de 2023.- Cuando en la plaza sale el toro toro, es decir con edad, peso, trapío, en puntas y con bravura, el resultado no puede ser sino de bueno para arriba, tal y como sucedió este sábado en el Palacio del Arte, Sagrario de los Consagrados, merced a que la Fundación Ángeles Taurinos organizó con la seriedad, profesionalismo y honestidad que se requiere la corrida del Duelo de los 4 Titanes.
En efecto, fue una corrida memorable, merced a que los señores Julio Uribe Barroso y Julio Uribe Curn, ganaderos de Torreón de Cañas, mandaron un encierro extraordinario, con 7 muy buenos de 9 que fueron lidiados; y gracias también a que los diestros Juan Pablo Sánchez, Héctor Gutiérrez, Diego San Román y Arturo Gilio salieron a entregarse sin reservas, con valor, arte, pundonor, coraje, ganas de agradar y hambre torera.
TODOS TOCARON PELO
Tres de los cuatro diestros acartelados salieron a hombros, lo mismo que el ganadero don Julio Uribe Barroso. Juan Pablo Sánchez fue el gran triunfador de la noche por la Excepcional faena que le pintureó al quinto de la tarde, al que le cortó rabo y orejas; Héctor Gutiérrez, porque desorejó al segundo del encierro y le arranó otra al sexto de Torreón de Cañas; y Arturo Gilio desorejó al de regalo, noveno del festejo.
El diestro Diego San Román salió por su propio pie, pero recibió un apéndice del primero de su lote, tercero en turno.
Esto es que fue una gran corrida, de esas que hacen fiesta y afición, de las que reafirman el encanto de los taurinos de todos los gustos y disgustos, el de los que disfrutan todo lo bueno, de los puristas, de los recalcitrantes y hasta de los que parece que nunca quedan contentos “con nada”. Sí, porque este sábado todo salió a pedir de boca y por eso se puede decir a voz en pecho que el público salió toreando de la plaza.
EL GRAN TRIUNFADOR
El gran triunfador fue Juan Pablo Sánchez, quien dejó ver su buen toreo ante el abre plaza, “Canelo” de nombre, torazo marcado con el 803 del fierro de Torreón de Cañas, con 510 kilogramos de músculo, poder y bravura, al que el diestro pasaportó con pinchazo hondo y estocada tendida y desprendida. Ovación.
Mas, como luego se dice, “todavía faltaba uno”. Y fue un torazo, “Mandón” de nombre, marcado con el 807 y con 474 kilogramos de peso. Bueno, más que bueno, al que Juan Pablo Sánchez le dio un saludo capotero de garbo y donaire.
Con la muleta estructuró una faena de ensueño, variada, con muletazos de aquí hasta allá, de pitones a rabo, en redondo, con desplantes muy toreros y adornos que le fueron ovacionados.
Toro, torazo, para el que el público exigió el indulto, empero el arquitecto Víctor Alanís, muy acertado, ordenó que se tirara a la suerte suprema, el torero metió la espada hasta la empuñadura y cortó rabo y orejas que paseó entre aplausos, ovaciones y grito de torero, torero, torero. A los restos mortales de “Canelo” se le dieron vuelta al ruedo.
HÉCTOR GUTIÉRREZ
El joven matador hidrocálido saludó con tanda de verónicas y una media de seda a “Pichichín”, toro número 823, el que registró 532 kilogramos en la romana. Y después, oiga usted, el tercer tercio fue de derechazos largos, hondos y en redondo, naturales corriendo la mano con sabrosura y belleza, molinetes ajustados, dosantinas muy bien diseñadas, adornos torerísimos y desplantes en la cara del toro. Concluyó con toda la ración de acero y recibió dos apéndices.
Ante el séptimo en turno, “Moreliano” de nombre (en honor de Enrique Iriarte, novillero de los años 80 del siglo pasado y actual guardaplaza del Palacio del Arte), el diestro de Aguascalientes lució con capote y muleta. El tercer terció lo firmó con muletazos por ambos lados con sabor y sentimiento que le fueron ovacionados por el respetable. Mató de estocada tendidita y desprendida, el juez concedió la oreja, un sector del público la protestó y el diestro la tiró.
DIEGO SAN ROMÁN
Al queretano le tocó lo menos potable del encierro, así y todo, ante su primero lució con doblones muy estéticos y hasta dos poncinas. Su tanda de muleta la inició con derechazos muy ceñidos y de bella arquitectura, naturales largos y enganchando para dejar colocado al burel para el siguiente pase, y manoletinas. Concluyó con tres cuartos de la toledana en muy buen sitio y cortó una oreja.
El séptimo de la tarde saltó al callejón, se defendió de todo y de todos, desarrolló sentido y se fue a menos. Pinchazo y estocada desprendida. Silencio.
ARTURO GILIO
El coahuilense no tuvo la mejor suerte con su lote. A “Caballero”, toro número 805 con 475 kilos, lo saludó con verónicas muy bien diseñadas. En el segundo terció el de Torreón de Cañas derribó al banderillero Diego Martínez, afortunadamente sin consecuencias. La faena de muleta fue por derechazos y naturales, molinetes y el del desdén.
Abrevió y mató estocada desprendida. Silencio.
El cierraplaza fue el negrito del arroz. Toro que se defendía y tiraba gañafonazos a diestra y siniestra. Derribó al varilarguero. El diestro abrevió con bajonazo. Y anunció uno de regalo.
El sobrero fue un gran toro, “Imponente” de nombre, marcado con el 809 y con 490 kilos de peso. Gilio lo saludó con verónicas, medias y gaoneras. Toro que tumbó al caballo. Y después, la buena faena del de Torreón: derechazos de hondo acento, se paró donde huele a cloroformo, dibujó naturales de seda. Gustó y se gustó el joven torero, remató con una tanda de manoletina eléctricas y despachó con estoconazo para cortar 2 merecidas orejas.
BUEN ENTRADA
Muy buena entrada en esta segunda corrida de la Fundación de Ángeles Taurinos en el palacio del Arte, de donde al final la gente salió toreando y con ganas de regresar a ver toros, sí señor. Así sea.