Construimos utopía cuando soñamos/Gerardo A. Herrera Pérez
Construimos utopía cuando soñamos.
Entre las montañas y con una vista inmejorable, se ubica la colonia Movimiento Urbano; allá en lo alto se percibe el olor a hierba, se ve el color verde de los cerros, las nubes acompañan lo fresco de la mañana, el sol intenso acerca la energía de la naturaleza para darnos el mejor de los regalos, la vida.
Después de transitar sobre una escarpada brecha, en cuyos lados se asoman las grandes copas de los árboles que cubren el camino aun sin asfaltar, se llega a una gran escuela cuyo nombre alcanza a un gran personaje social “Lucio Cabañas”; un espacio que genera y ofrece la tranquilidad de niños y niñas que construyen en el acompañamiento con sus profesores las competencias para la vida.
Esta fue una mañana fresca, y el espacio que visite fue privilegiado para la sostenibilidad de la vida; es decir, ahí los docentes trabajan por el respeto a la naturaleza, al medio ambiente y a la biodiversidad; pude escuchar el murmullo de los aun niños y niñas estudiantes quienes en el manejo de su lenguaje se podía interpretar su estabilidad emocional y el disfrutar de una escuela que promueve en sus mallas curriculares el respeto a la otredad, no vi en las manos de los niños teléfonos celulares, en su lugar vi cuadernos y libros de texto; observe las ganas de jugar con lo que a la mano tienen, es decir, la posmodernidad aun no toca definitivamente este espacio, por lo que permite que se dé una fuerte interacción entre los elementos de la escuela pública: maestros, los alumnos y miembros de la comunidad.
Me llamo la atención los procesos de autonomía para recuperar los valores de los niños y niñas; un ejemplo de ello, es la cooperativa escolar, nos plantea un modelo interesante de recuperar la confianza de los niños y niñas al momento de comprar, es decir, la cooperativa ofrece productos no chatarra y los consumidores pueden autodespacharse adquiriendo lo que requieran y depositando el costo de los productos en una pequeña caja, donde incluso se pueden dar el cambio. Estos procesos estar fortaleciendo la confianza, el respeto y desde luego la posibilidad de avanzar en procesos de convivencia.
La presencia del cuenta cuentos, fue atender a las y los niños con diversos cuentos que les permitan hacer volar su imaginación y llegar a lugares que difícilmente las condiciones de precariedad pudieran hacerlos ir. Las narrativas que se contaron hablan acerca de la importancia de trabajar en las utopías o en los sueños para ser felices; felices en lo que piensan hacer cuando estos pequeños sean grandes; es decir, ser felices al construir las realidades a partir de lo que se vive y aprecia.
Los niños y niñas manifestaron que sus sueños son ser: soldados, veterinarios, médicos, enfermeras y doctores; hoy los infantes están buscando aquello que les interesa y que ha sido generado a partir de las narrativas que son contadas por sus profesores, además por lo que están viviendo estos pequeños en el interior de sus familias.
Los profesores que me atendieron, todos ellos jóvenes, talentosos, con un gran compromiso social y una importante formación pedagógica están impulsando la cohesión social de la comunidad. Su conexión con la comunidad, es decir con los padres de familia, se genera a través de promover un dialogo en horizontalidad, en alteridad, pero sobre todo en complementariedad, con lo que se está formando las simientes de la confianza, de los valores de comunalidad al participar en los procesos de participación social para la construcción de los espacios públicos para la comunidad y en beneficio de las y los niños que aquí viven, como el recién inaugurado edificio de la primaria en donde pudimos constatar el gran trabajo que ahí se observa derivado de un ejercicio holístico y sistémico de participación de todos y todas.
Para finalizar, de manera ordenada niños y niñas salieron al patio para trabajar diversos juego de integración y poder hablar de la importancia de la no discriminación y el acoso que se vive en algunas escuelas donde se genera violencia, por ello, todos los niños y niñas y sus maestros alzaron la voz para decir que vivan los niños y las niñas de la escuela Lucio Cabañas, sin discriminación y sin violencia.
Agradecemos al maestro Carlos Plancarte Salgado su generosidad, así como a las y los maestros: Alejandro Morales Solís, Juan Reyes González, Elizabeth Sonora Pacheco, Jesús Castañeda Sánchez, y el Gran Corredor, extraordinario deportista y generoso personaje Humberto Zurita, que estuvieron en todo momento acompañando al cuenta cuentos.