Con Tacones lejanos, Miguel Bosé recuerda sus inicios en el cine
MORELIA, Mich., 23 de octubre de 2023.- para llevar a cabo una función especial de la película de Almodóvar, Tacones lejanos, y además develar una butaca con su nombre, el Festival Internacional de Cine de Morelia en su edición 21, invitó al artista español Miguel Bosé, quién habló de las complicaciones de representar esta película.
Tras 22 años de haberse estrenado este filme, en un conversatorio previo a exhibir la película, el cantante recordó sus inicios en el cine con un director italiano que hacía westerns y le preguntó si quería un papel en el cine y aceptó. Se fue a Egipto y fue toda una aventura. En su papel, recordó, lo tiraban de un paracaídas, era un soldado joven alemán y lo mataban de inmediato, le gustó y "ya después hice carrera".
Contó que él quería hacer comedia musical, le gustaba el teatro y se fue a Londres a un curso. Le llamaron desde Italia para ofrecerle un papel en una película fantástica, y lo querían como protagonista y acepto. Entonces se fue a Roma. Dijo que hizo unas 15 películas antes de cantar.
Un año antes de que le propusieran filmar Tacones lejanos, expuso que él estaba en Venezuela, y ahí recibió un guion de Pedro Almodóvar, a quien conocía desde La Movida madrileña, "era maravilloso, sus guiones son increíbles", externó y dijo que siempre ha pensado que Almodóvar debería hacer libros.
Le gustó el papel doble del juez que por la noche era drag queen, hizo pruebas de maquillaje y ahí empezó la agonía, aseguró, con la construcción física del personaje doble, tanto así que cuando hizo el personaje fortaleció las piernas, "acordaos que sigo conservando esas hermosísimas piernas", expuso y de no ser por la presencia de Alejandro Ramírez, CEO de Cinépolis, amenazó, se quitaba los pantalones ahí mismo para mostrarlas.
Contó lo complicado del maquillaje, de la caracterización de la drag queen, donde llegó hasta a sangrar. Usó unos tacones de aguja que lo hacían medir más de dos metros, unas medias de presión para hacer las piernas más finas, que unos pechos postizis de látex que probó hasta no caer de frente por el peso, y otros artículos, para que ante la pantalla todo pareciese fácil, "compadeceos de mi".
La cosa más difícil, si se es hombre, recordó, es ocultar las manos y sus movimientos, por eso hizo un curso, solo para aprender a mover las manos, aseguró ante el público reunido en el teatro Mariano Matamoros.
Trabajar con Almodóvar también tiene sus cosas, expresó, ya que da mucha información, tanta que te sobrepasa, "es buen director pero mal actor, no le hagas caso", le sugería en aquel entonces Victoria Abril, porque Pedro es avasallador, y hay que saber escapar, sorprenderle, porque no permite ni un cambio de coma ni nada, jamás, hasta sus pausas están pensadas, refirió.
Antes de iniciar la función de Tacones lejanos, el artista español develó la butaca con su nombre, la cual se colocará en la Sala Cuatro del complejo de Cinépolis ubicado en el centro histórico de Morelia.
También contestó algunas preguntas del público donde sobresalieron dos, más que por las preguntas, por el entusiasmo al hacerlas. En una de ellas, una mujer le regaló una piñata con su forma, y en la otra, un joven le pidió una selfie porque era su sueño, y terminó llevándose hasta un beso del cantante en el cachete.
Cabe señalar que tras terminar la charla con Miguel Bosé y ya desde bambalinas, se escuchó la voz de Alejandro Ramírez quien señaló una coincidencia; dijo que la película Tacones lejanos se estrenó el 23 de octubre de 1991, justamente hace 22 años.