A 50 años de la sopa tarasca, sigue deleitando paladares en Pátzcuaro
PÁTZCUARO, Mich., 9 de enero de 2019.- Uno de los platillos que forman parte de la rica gastronomía michoacana, la sopa tarasca, después de más de cinco décadas de que se sirvió por primera vez en un restaurante de este Pueblo Mágico, sigue deleitando el paladar de muchos comensales.
“En agosto de 1966 se inauguró la Hostería de San Felipe, propiedad del Sr. Felipe Oseguera Iturbide, lugar en el cual se sirvió por primera vez la tan famosa sopa tarasca, creación del mismo propietario, la cual ahora se considera un platillo regional”, según relata Francisco Lelo de Larrea Oseguera, nieto del creador de la afamada sopa.
Después de varias pruebas, combinando varios ingredientes, donde participaron, además de Oseguera Iturbide, su esposa Pamela Disher y su hermana Luz, encontraron la receta idónea para preparar el sabroso guiso, al que llamaron sopa tarasca en honor al pueblo purépecha.
El citado restaurante “fue inaugurado por el entonces gobernador del estado de Michoacán, Don Agustín Arriaga Rivera, y el menú del día consistió en sopa tarasca, corundas rellenas de queso con salsa de rajas y crema, pescado blanco de Pátzcuaro en escabeche (especialidad también de Don Felipe) y chongos zamoranos; como botanas charales, tripilla y adobera frita, acompañados de sus tortillas y salsas”, recuerda Lelo de Larrea.
Tal comida se prepara a base de frijol bayo, caldo de pollo, jitomate, tortillas fritas y chile ancho; se decora con un toque de quesillo, crema y fritura de chile ancho. Así, resulta muy fácil de preparar, ya que los ingredientes son económicos y no tiene mayor dificultad la receta. Lo más importante es el resultado final: un manjar con sabor único.
A los pocos años de su creación, la sopa tarasca trascendió las fronteras de Pátzcuaro para convertirse en un platillo regional y estatal, formando parte actualmente de la rica y variada gastronomía michoacana.