Una de cada 4 mujeres padece de miomas uterinos
MORELIA, Mich., 7 de mayo de 2019.- Sangrados menstruales abundantes, dolor, y molestias para orinar, son síntomas de miomas uterinos, tan frecuentes, que se presentan en una de cada cuatro mujeres, informó el IMSS.
La médico Jocelyn Ruiz Guzmán, jefa de Ginecología del Hospital General Regional No. 1 del IMSS Morelia-Charo, explicó que la extracción del útero mediante una histerectomía es el procedimiento indicado para retirarlos.
Los miomas son tumores benignos que se desarrollan en el útero y son causados por la producción de estrógenos. Se estima que hasta el 25 por ciento de las mujeres pueden ser asintomáticas y no saber que los padecen.
No obstante, como todo procedimiento quirúrgico la histerectomía conlleva algunos riesgos, como sangrados durante la cirugía, lesiones en la vejiga o intestino y reacción adversa a la anestesia. Así como algunos postoperatorios como infecciones, heridas, desnutrición y hernias.
Por ello, antes de realizarlo será necesario realizar un ultrasonido para asegurarse que no exista otro tipo de tumoración, estudios de química sanguínea, papanicolaou, cultivos para descartar procesos infecciosos, y una valoración preanestésica si la paciente tiene más de 40 años o si padece alguna otra enfermedad como diabetes o hipertensión.
Ruiz Guzmán agregó que en algunos casos, como el de mujeres mayores de 50 años cercanas a la menopausia, será necesario retirar también el cuello del útero, los ovarios y las trompas de Falopio, para prevenir que se desarrolle cáncer en un futuro.
“Estas mujeres ya no van a reglar ni a tener hijos. Si se preservan los ovarios la función hormonal sigue intacta, pero sí se pudiera presentar que se adelante la menopausia”, apuntó.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social, los miomas uterinos son uno de los 10 principales motivos de consulta y en el Hospital General Regional No. 1 Morelia-Charo, se atienden cerca de 500 casos anuales.
De acuerdo con la especialista, los miomas se presentan generalmente en mujeres mayores a los 40 años, aunque existen casos desde la tercera década de vida, y no existe una predisposición genética aunque suele ocurrir en mujeres que no han tenido hijos.