Reducirán presupuesto para la atención a la salud en Michoacán
MORELIA, Mich., 11 de diciembre de 2024.- Todo apunta a que el presupuesto para la atención a la salud en Michoacán sufrirá una reducción de más de 3 mil 800 millones de pesos en 2025, en que pasaría de 4 mil 908 millones a 2 mil 880 millones, en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASA).
De acuerdo con el presupuesto de egresos 2025, presentado por la Secretaría de Finanzas de Michoacán, que encabeza Luis Navarro García, al Congreso del Estado, esta disminución se debe a la centralización de los recursos en el gobierno federal, bajo la administración del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el IMSS Bienestar.
Aunque el documento presentado por Navarro refiere que la medida no afectará la prestación de servicios médicos, la justificación ofrecida podría ser considerada imprecisa. La iniciativa todavía debe de ser aprobada por las comisiones de Programación y Hacienda, del Congreso del Estado.
Según se explica en la propuesta, los recursos se van a ejercer en Michoacán pero estarán bajo control del gobierno federal, con el objetivo de lograr una mayor eficiencia en su aplicación.
Sin embargo, no se detalla cómo se garantizará esta eficiencia ni qué mecanismos estarán en marcha para asegurar que la transferencia administrativa no comprometa la calidad y cobertura de los servicios médicos.
La reducción representa una caída del 41 por ciento en los recursos estatales para salud, lo que genera preocupación sobre la capacidad del sistema local para atender la creciente demanda en un estado con importantes carencias en infraestructura y personal médico.
Y es que, pese a la centralización, deberá garantizarse la coordinación entre los niveles de gobierno, sin afectar la operación cotidiana de clínicas y hospitales en Michoacán.
Un factor que podría generar incertidumbre es que los recursos para salud no estarán incluidos en el presupuesto estatal, lo que significa que el gobierno de Michoacán no tendrá control directo sobre su uso.
Esta situación podría limitar su capacidad de responder rápidamente a emergencias o necesidades específicas de la población, por lo que las autoridades deberán organizarse para garantizar todos los servicios necesarios a la población.
El ajuste contrasta con la política estatal de mantener un presupuesto equilibrado y sin déficit, ya que, aunque se destaca que los recursos de salud se centralizan, no se aclaró cómo esta decisión afectará la autonomía financiera del estado.
La centralización también plantea preguntas sobre la sostenibilidad de este modelo en el tiempo, dado que la federación enfrentará una mayor carga para operar los servicios médicos en las entidades.
Aunque puede haber inquietudes al respecto, la decisión de trasladar 3 mil 800 millones de pesos del presupuesto estatal de salud al control federal es un movimiento que el gobierno estatal describe como una política pública necesaria.