Violencia intrafamiliar, fenómeno que es un reto para las autoridades
MORELIA, Mich., 10 de mayo de 2023. - La violencia intrafamiliar y de género son más que solo gritos, ofensas o jaloneos, son múltiples delitos perpetrados en la intimidad del hogar, sin testigos, y puede llevar a las mujeres a la muerte, sin importar su clase social.
Este fenómeno de la violencia es uno de los retos más grandes para las autoridades de los tres órdenes de Gobierno, porque la denuncia de la violencia intrafamiliar es solo la punta de iceberg, porque además de evidenciar que prevalece la cultura generalizada del machismo, también otras formas de violencia institucional y laboral que viven las mujeres, así como comunitaria y económica.
En entrevista con la directora del Instituto Municipal de las Mujeres (Immujeres), Nuria Gabriela Hernández Abarca, explicó que las violencias en la privacidad de los hogares y la denuncia es un proceso largo, con muchos baches para las mujeres, llenos de caídas y muchos golpes de realidad.
"La violencia que se vive dentro de los hogares puede ser variada; el 60 por ciento de los casos de violencia que se desarrolla en el ámbito familiar es psicológica, seguida de la violencia física económica y patrimonial, pero también hay violencia sexual y feminicida", declaró la funcionaria municipal.
La violencia psicológica es la que menos perciben, porque está normalizado que las mujeres tengan que aguantar agresiones verbales sobre su apariencia y menosprecio a sus labores en el hogar, tanto por parte de la pareja como el padre y los hijos, pero allí esta, es constante y muchas mujeres lo sufren todos los días, este mismo miércoles, en día de festejos por la maternidad, una mujer fue maltratada en Prados Verdes.
"Ante una agresión con una mujer que quiere denunciar, nosotros como dependencia, les brindamos todo el apoyo, contención emocional y atención psicológica al núcleo familiar, porque tenemos que fortalecer su autoestima, a la par que se les brinda asesoría", comentó Hernández Abarca.
Porque el proceso detrás de una denuncia puede demorar años, especialmente cuando hay hijos en común, porque también hay que encarar la lucha por la custodia, establecer los mecanismos de convivencia y la pensión. Peor si la vida de la mujer se encuentra en riesgo permanente por amenazas.
Pero, ¿qué proceso es ese, en qué consiste? Enlistemos...
1. - Explicar a los hijos menores la ausencia del padre.
2.- Posterior a presentar la denuncia, las víctimas son sacadas de sus hogares, a veces en condiciones indignas, porque les niegan hasta el derecho de sacar sus documentos oficiales como actas de nacimiento, pasaporte o incluso un cambio de ropa.
3. - Ingreso a refugios de emergencia, donde permanecen hasta por tres meses.
4. - Al existir el riesgo de posibles ataques contra su vida, deben abandonar sus empleos, para evitar ser localizadas.
5. - Pero en caso de permanecer en sus empleos, constantemente se les niega su derecho a acudir a las audiencias penales y familiares.
6. - La violencia institucional, policías preventivos e investigadores no les creen o acusan y se niegan a investigar.
7. - Juicios largos, muy largos para que se les imponga penas punitivas por los delitos.
8. - Juicios dilatorios para determinar quiénes van a ser los tutores legales.
9. - Jueces autorizan pagos de pensión muy bajas.
10.- El Poder Judicial no tiene mecanismos para garantizar que los padres paguen la pensión.
11. - Pagos excesivos a abogados particulares y también para los servicios del asesor público, porque ni la representación social ni la Defensoría Pública cuenta con servicio de copias para los interesados.
Esa es solo una lista en términos generales, porque hay otro inconveniente, hay muchos padres que, en palabras coloquiales, se desentienden después de pagar sus 500 pesos semanales; se les olvida que es una responsabilidad compartida no solo en lo económico.
Los hijos de padres separados les asisten el derecho a una familia nuclear y extendida, es decir, a seguir conviviendo con sus padres y sus respectivas familias; abuelos, tíos y primos, sin experimentar alineación parental.
Los padres que no viven en el hogar con los hijos menores deben seguir participando de la educación y formación de los hijos e hijas; acompañar en su desarrollo, estar presente en días de enfermedad y darles garantías de contar con atención médica, contribuir a que habite una vivienda digna y asista a la escuela. Es decir, ¡no basta con dar el dinero para los alimentos! También es ropa, calzado y toda la atención integral que necesita para ser un adulto.
El éxodo por la búsqueda de la justicia no es solo para las mujeres víctimas directas, también para sus hijos, hijas y las madres o padres, cuando mueren a manos de sus agresores, porque deben pasar por el mismo proceso, pero con el dolor de haber perdido a su hija.
"En el caso de las madres, víctimas indirectas de feminicidios, que deben de cuidar a sus nietos, el proceso años; como es el caso de Verónica Villaseñor, que cerró su negocio de forma intermitente por más de dos años para poder acudir a los juicios, eso significa mucho dinero para las víctimas", subrayó la directora.
De allí la importancia de los denominados Mecanismos para el adelanto de las mujeres, institutos, secretarias y direcciones que tienen como objetivo ayudar a las mujeres, brindar todo el apoyo jurídico, legal y psicológico sin costo a las víctimas.