Videollamada regresó a Magdalena el ánimo de seguir adelante
MORELIA, Mich., 23 de octubre de 2020.- Magdalena tiene 37 años, porta en su cuerpo con fortaleza las cicatrices de los grandes retos del día a día en prisión, no obstante, una simple videollamada le devolvió la esperanza y el ánimo de seguir adelante con el único objetivo de reunirse con su familia.
Hace siete días, fue la primera mujer privada de la libertad del Centro Penitenciario “David Franco Rodríguez” en hacer uso de las nuevas salas equipadas para la realización de audiencias y videollamadas a personas privadas de la libertad.
Por su origen extranjero, nunca recibió una visita familiar, solo llamadas telefónicas a través del consulado de su país, mismas que no podían durar más de 10 minutos…cuando se daba tramite a su solicitud.
Gracias a la implementación de la nueva tecnología en el centro penitenciario, Magdalena pudo hablar y ver, ya dos veces a sus hijos Brian, Juliana y Mateo, y su madre ¡Por primera vez en seis años!
En este largo período, Magdalena ha esperado pacientemente cumplir la condena, para regresar a su país de origen, recuperar el tiempo perdido con sus hijos, ver a sus seis hermanos. Porque México, que tanto anhelaba conocer de niña, gracias a las telenovelas, le mostró su peor cara.
Con la voz quebrada, dijo "cuando me dieron la video llamada… ¡No sabes lo agradecida que estoy! Con Rodrigo Meza (director del centro penitenciario) me hubiera saltado todos los protocolos y lo habría abrazado. Él no tiene ni idea de lo bonito que fue esto para mí. Afuera, yo deje a una niña de 11 años, hoy día tiene 17".
"En seis años no los había visto. No sabes cómo lloré y que alegría tan grande. Acabe super cansada, fue mucha adrenalina para mí. Me olvidé que estaba en la cárcel, de frustraciones, de tristezas, de condenas, de enfermedades… ¡Sentí que estaba en mi casa! ¡Que había cruzado la puerta, que había llegado…! No puedo explicar con palabras. Sentí me iba a dar un infarto", relató en medio de las lágrimas.
A la distancia, Magdalena lamenta no haber estado para sus hijos "han crecido solos… Tenía mucha tristeza. Mateo y Brian se graduaron y no estuve ahi ¿Por qué me lo perdí? ¡Por tonta! Pero esta oportunidad que este señor hizo ¡Nadie había hecho eso por mi", continuó.
Magdalena y su esposo llegaron a México con visa de turista, esperaban con el tiempo tomar la nacionalidad mexicana, porque de esta manera podrían viajar cada vez que así lo desearan a otros países, porque "a los colombianos nos piden visa para todos los países".
Sin embargo, a unos meses de haber llegado, algo salió mal. Fueron detenidos por la Policía Municipal de Maravatío, procesados y sentenciados por el delito de robo.
En este período de su vida en las prisiones estatales, Magdalena ha tomado la lección de vida "era soberbia, ingobernable… Hoy te puedo decir que he cambiado, respeto. Puedo llegar a ser sencilla", además ha aprendido a cocinar platillos mexicanos, por lo que espera poner sus propias taquerías en su país natal.