Tlalpujahua, pueblo mágico que de un soplo llena de alegría la Navidad
TLALPUJAHUA, Mich., 17 de noviembre de 2019.- Todos los Pueblos Mágicos del país pueden presumir de contar con una hermosa arquitectura, de guardar secretos que solo se descubren al caminar por sus calles empedradas, o de estar rodeados de auténticas bellezas naturales, pero solo dos, de preservar uno de los oficios que, con un solo soplo, llena de alegría y color la Navidad.
Uno de ellos es Tlalpujahua, en donde las esferas navideñas son elaboradas con la técnica del vidrio soplado, convirtiéndolas en auténticas obras de arte, lo que atrae en cualquier época del año a miles de turistas nacionales e internacionales para comprar, pero sobre todo, para conocer su proceso de fabricación.
El municipio, incorporado al programa de Pueblos Mágicos desde 2005, está ubicado en el oriente de Michoacán, a solo dos horas de la ciudad de Morelia, y es famoso también por su venta de adornos navideños, minas y fuentes de cantera.
Cuenta con alrededor de 370 talleres que fabrican alrededor de 37 millones de esferas de manera anual, tan solo para el mercado nacional, lo que convierte a esta actividad en la base de la economía de la región, pues también emplea de manera directa e indirecta a unas 2 mil personas.
Uno de los talleres familiares, es el de don Javier Hernández Alvarado, localizado junto al Santuario de la Virgen del Carmen. Él aprendió el oficio hace 25 años cuando trabajaba en uno de las fábricas más grandes y antiguas de Tlalpujahua. En un solo día puede soplar unas 300 esferas de un solo tamaño, pero la cifra puede elevarse hasta las 2 mil.
Confiesa que entre los diseños más complejos se encuentran las esferas en forma de campana o manzana, pues requieren de mayor tiempo y creatividad para lograr la forma deseada. Además de que cada año hay que estar innovando para crear diseños y formas particulares. El de este temporada son los unicornios.
Una vez formada la esfera, su hijo se encarga del siguiente proceso: el plateado, que consiste en inyectarle por el interior un baño de tinta, lo que dejará a la esfera lista para darle el color deseado. Finalmente se decorará la pieza con pintura o diamantina. Todo requiere de una agilidad y precisión particular.
Desde el pasado 28 de septiembre se lleva a cabo la edición número 20 de la Feria de la Esfera, en donde se comercializan decenas de diseños de estas piezas de arte. Permanecerá hasta el próximo 15 de diciembre y durante todo su desarrollo se esperan unos 400 mil visitantes, así como una derrama económica de 250 millones de pesos.
En este escaparate se podrán encontrar esferas desde 60 pesos hasta 150 pesos por docena, o piezas únicas en 80 pesos.