Talento artesanal en Capula, envejece y desaparece
MORELIA, Mich., 5 de agosto de 2018.- El diseño tradicional de la artesanía de Capula se ha ido modificando, y quienes lo guardan han ido envejeciendo, señaló el artista visual Juan Torres, quien indicó que los jóvenes ya no continuaron con la tradición y han empezado a hacer cosas diferentes.
Entrevistado por Quadratín, el pintor dijo que actualmente en Capula nada más se hace loza utilitaria, para cocinar, "de ese plato de florecitas que está en todo el país, aquí en Capula se hicieron premios nacionales, galardones nacionales de grandes platones que quedaron verdaderamente magistrales en diseño con un trabajo de puntillismo extraordinario".
Manifestó que esos artesanos ya envejecieron, ya no ven porque el trabajo era muy muy minucioso, y los hijos ya no continuaron haciendo esto, "ahora habrá unos dos o tres talleres que harán algo que te recuerda a esto; casi se perdió".
Juan Torres señaló que ahora los hijos ya inventaron otras cosas que a él no le gustan. "Lo que estoy haciendo aquí es rediseñar la parte tradicional utilitaria para darle otro enfoque a la cerámica utilitaria", dijo, y aseguró que esta acción ha estado dando muy buen resultado, por lo pronto lo están implementando unos dos o tres artesanos "pero en cuanto vean el éxito que pueda tener muchos más se van a animar".
Con los nuevos diseños los artesanos podrían vender la docena de platos a 250 pesos, cuando antes la vendían a 70, indicó el pintor; "es un trabajo muy interesante en lo social porque en vez de que les den 70 les dan 250", señaló, y dijo que seguirá trabajando con la gente de Capula en cuanto a diseños porque en el caso de los que han trabajado, este elemento les da un valor agregado y han logrado subir el costo del producto.
En cuanto a la utilización del plomo, situación que en otras ocasiones ha enfrentado la comunidad alfarera de esta tenencia, Juan Torres aseveró que aunque científicamente es comprobable que el plomo es veneno, en la comunidad tienen 200 años utilizándolo y nunca han tenido un deceso por envenenamiento.
Porque llegando a los 900 grados centígrados, dijo, cambia la cuestión molecular del plomo, "se transforma en otra cosa". Explicó que el plomo es acumulativo, "para juntar una cantidad que te envenene necesitas mucho. Yo le decía a la del Fonart (Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías), que es la que llegó muy perrucha hace muchos años cuando empezó con ese problema, le decía que una semana de respirar en el DF es más veneno, más plomo que 50 años de estar comiendo en una vajilla de estas", externó.