Solo con solicitud o denuncia INAH puede intervenir patrimonio cultural
TINGAMBATO, Mich., 15 de noviembre de 2020.- Es a petición de parte, a través de la denuncia ciudadanía o de cualquier ente, que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) está obligado a enviar una supervisión a determinado sitio señalado, explicó Marco Antonio Rodríguez, director del Centro INAH Michoacán.
Un hecho claro y perfectamente bien definido dentro de las responsabilidades de la institución, dijo en entrevista para Quadratín, es que, además de realizar la investigación, la protección, la conservación y la difusión del patrimonio cultural, la responsabilidad de que ese patrimonio se cuide es del INAH.
Lo que sucede, dijo, es que muchos de los espacios que se encuentran en el centro histórico son propiedad, o de alguna persona física o de alguna institución, entonces el INAH, no puede de pronto irrumpir en esos espacios porque no son del instituto, y no están tampoco bajo su resguardo directo, "el único mecanismo que tendríamos para poder actuar, es que hubiera una petición de parte".
Esta petición de parte, la puede hacer un medio o un ciudadano, que diga que están viendo que determinado actor está afectando y perjudicando el patrimonio cultural, y basado en la denuncia pública, en una denuncia abierta, el Instituto está obligado a enviar una supervisión para hacer un dictamen de lo que allí ocurre.
A partir de eso, es que se puede configurar un mecanismo de intervención directa, explicó el funcionario federal; "nosotros procuramos hacer un trabajo de inspección, pero no siempre puedes entrar a ver los detalles que suceden en algunos espacios".
Reiteró que ese sería el mecanismo; "si alguien nos dijera: 'mira, es que en una casa del estudiante se está haciendo mal uso del inmueble, se está afectando el patrimonio', sin duda esa es materia nuestra, y tendríamos necesariamente qué intervenir", aseguró el funcionario.
El director dejó claro que si ellos detectan un daño directamente, pueden actuar; "yo mismo, si voy por la zona del centro histórico y advierto que hay algún tipo de intervención que no cuenta con un permiso, de inmediato lo que hacemos es hacer el proceso de actuación, para ponerle suspensión a esa actividad, e inmediatamente iniciar todo un procedimiento".
Lo que él ha hecho ya, en lo particular, es generar estrategias de concertación, porque no quiere que se tenga la idea de un INAH punitivo, donde la gente piensa que ir a esa instituto equivale a una constante prohibición; "tengo la idea de que todas estas cosas se resuelven de manera concertada, y prefiero hacer de mi intervención un desafío arquitectónico o un desafío técnico, a entrar a desarrollar desafíos jurídicos".