Sin dinero suficiente subsiste el asilo para mujeres en Morelia
MORELIA, Mich., 13 de junio de 2022.- La generosidad de los morelianos ha permitido el sostenimiento del primer asilo para mujeres vulnerables, por abandono familiar o precariedad económica, desde hace 134 años, el del Divino Redentor.
El sustento cotidiano no falta para las ancianas residentes ni para las misioneras de la congregación Hijas del Calvario que asumieron el servicio, pero no alcanza para servicios médicos o gastos funerarios, afirmó su directora, Anastasia Antonia del Ángel.
Tampoco tiene recursos para el mantenimiento y conservación de la casona que ocupa el asilo, en el Centro Histórico, frente al templo de La Cruz, que el 13 de junio de 1888 donó la familia Ortiz de la Huerta, con la única condición de que fueran las Hijas del Calvario las que la administraran, sin fines de lucro.
La casa tiene capacidad para albergar a 30 ancianas y hasta antes de la pandemia de Covid 19 atendían a 25, pero ahora solo son 12 las residentes, ya que para evitar contagios se pidió a los familiares que las tuvieran bajo su cuidado, pero no todas cuentan con algún familiar.
De las que se quedaron, tres fallecieron, una cada quince días, sin que pudieran hacer mucho por ellas, porque la mayoría llegan ya grandes, de más de 70 años, y llega un momento en que el cuerpo ya no responde a los cuidados ni a los medicamentos.
Actualmente, están empezando a recibir de vuelta a las residentes que pasaron la pandemia con alguien más, pero poco a poco, para evitar cualquier riesgo de contagio que pueda poner en riesgo la vida de las residentes.
Para el cuidado y protección de las residentes hay cinco misioneras y cinco empleados a los que se les paga el salario mínimo porque no alcanza más, pero cuando van a buscar empleo se les explica la labor que realizan y deciden solidarizarse.
La labor de la directora consiste en encontrar colaboradores para la causa que tienen y la mayoría de los donantes son personas de buen corazón, aunque también algunas instituciones como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) o la arquidiócesis de Morelia aportan recursos.