Si soy un obstáculo para que la política sea un negocio, me enorgullezco
MORELIA, Mich., 26 de marzo de 2020.- Morena está en riesgo de convertirse en un partido tradicional, corrupto, subvencionado y condicionado a las coyunturas políticas y así perderá la esperanza que representa, afirmó el dirigente estatal, Sergio Pimentel.
“Hay que luchar para que no se transforme en eso; finalmente, si a mí me incineran o me crucifican eso no representa nada porque no es por mí, es por los que vienen atrás de nosotros y, vamos a resistir todo lo que tengamos que resistir para que no tomen esta herramienta para el futuro quienes quieren hacer solo de ella un vehículo para beneficio personal”.
En esa resistencia, Pimentel considera que se ha convertido en un obstáculo para mucha gente que intenta seguir haciendo política como en los últimos 100 años, ya que está convencido de que la política debe cambiar.
“Eso no está mal si lo piensas bien, si la gente lo piensa bien no está mal porque la política no puede seguir siendo un negocio y si yo soy un obstáculo para que la política siga siendo así, es algo que a mí me enorgullece mucho, es quizá de las mejores cosas que me han pasado en la vida.
“Ahora me doy cuenta que estoy haciendo lo que me toca hacer en la trinchera en la que me toca luchar, si soy un obstáculo para que tomen el poder del partido más popular en Michoacán para poder seguir haciendo lo que les gusta hacer de la política, es lo mejor que he hecho en mi vida”.
Es por eso que diversos grupos al interior de Morena han intentado, una y otra vez, desconocerlo. La última el pasado domingo, en reunión del quinto Consejo Estatal Extraordinario, al que no quiso calificar como ilegal a pregunta expresa.
Sin embargo, dio datos: son 110 consejeros estatales y el estatuto dice que para hacer cuórum se requiere la mitad más uno, 56; ellos dictaminaron cuórum con 37 consejeros. El resto no fue porque les parecía que los motivos de la convocatoria y el orden del día no correspondía con el mandato del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
De cualquier forma, señaló que él hará lo que el CEN le indique, si le dice que se vaya lo hará y seguirá colaborando con el proyecto para el futuro en la medida de sus posibilidades, si le dice que se quede lo hará y asumirá su responsabilidad sin caer en provocaciones ni generar conflictos.
“Es su decisión y al final lo que realmente es importante es que todos en este proyecto que se llama Morena contribuyamos en la medida de nuestras posibilidades para construir las bases para un mejor futuro”.
Se vaya o se quede y llegue quien llegue, el futuro de Morena es complicado si no se entiende la base con la que cuentan, y a partir de ahí construir un mejor proyecto. De eso depende construir un buen partido o un mal partido que responda o no a las expectativas de la gente.
“No lo vamos a solventar si hacemos la misma política que hacen los otros partidos políticos, si hacemos la misma política que se ha hecho a lo largo de un siglo en México, no vamos a poder cumplir en lo absoluto con lo que viene y nuestro gran reto, nuestro gran desafío, es que estamos donde estamos y tiene que servir de algo que hayamos llegado hasta dónde llegamos.
“En Morena tenemos que ir aprendiendo, creciendo a partir del reconocimiento de nuestros propios errores y aprendiendo la lección; no estamos aquí para confrontarnos, estamos aquí para entendernos y eso es el gran reto”, indicó el delegado nacional con funciones de dirigente estatal.