Sergio, de 15 años, fue por frituras y terminó calcinado en Cuitzeo
ÁLVARO OBREGÓN, Mich., 2 de agosto de 2016.- Sergio López, de 15 años, vecino de Plan de la Salud, había recién egresado de la secundaria y esperaba ingresar a la prepa, pero los azares del destino se opusieron. La noche del viernes salió de su casa para reunirse con sus amigos y no volvió.
Y es que Sergio y su primo Gustavo, del mismo apellido, y Braulio Andrade fueron llevados presuntamente por efectivos de seguridad municipal de Álvaro Obregón, Michoacán la noche del viernes, cuando se encontraban comprando frituras en una tienda en Plan de la Salud, la que se ubica a la orilla de las vías del tren.
Vecinos de Plan de la Salud coincidieron que el levantamiento de los tres menores y Luis Alberto "Guicho", de 34 años y empleado de la mezcalera, no tiene sentido, ya que aparentemente no había relación de amistad entre los desaparecido de Plan de la Salud con los de Álvaro Obregón e Indaparapeo, Michoacán.
Las diez víctimas estaban en la tienda de abarrotes "Los Arcos", cuando fueron sorprendidos por tres patrullas de policías, los que, sin mediar palabras los obligaron a subirse a una camioneta, tipo Tacoma, que fuera propiedad de Juan Carlos López, vecino de Álvaro Obregón, mismo al que obligaron a conducir el vehículo hasta una brecha cercana, donde asesinaron a 9 de ellos
Acto seguido, hicieron que Juan Carlos López llevará la camioneta por tres municipios: Indaparapeo y Álvaro Obregón, hasta llegar a San Juan Tararameo, en Cuitzeo, Michoacán.
Ya en el lugar los policías municipales, por presuntas órdenes del alcalde Juan Carlos Arreygue, dieron muerte al chofer y procedieron a prenderle fuego a los diez cuerpos.
Sobre las cinco víctimas restantes poco o nada se ha dicho, salvo que hay dos de Indaparapeo y una persona que en vida tuviera cierto grado de retraso mental del mismo Álvaro Obregón.
Por ahora las actividades en el Palacio Municipal lucen normales, pero en Plan de la Salud y Zacapendo la gente se muestra atemorizada, escapa al lente de la cámara y se cubre el rostro.
La gente no quiere hablar sobre los hechos, se muestra hermética y con miedo, pero esperan que pronto se aclare, que se haga justicia.