Se requerirían hasta 18 años para recuperar el Río de Las Nutrias
Carlos Melgoza Sepúlveda/Quadratín/ V de V
TANHUATO, Mich., 8 de junio de 2020.- Si se llegara a realizar el cárcamo de rebombeo y la planta tratadora de agua, que es lo que considera el Proyecto Integral de Saneamiento del Río de las Nutrias, en Tanhuato de Guerrero y que hasta este día se encuentra en espera de validación por parte de Conagua, podría esta ser la solución que ayude a eliminar los aromas fétidos y a limpiar las aguas, al menos para darles un segundo uso como en la irrigación de cultivos. Sin embargo, la administración actual solo tiene por objetivo llegar hasta la primera etapa de la planta de tratamiento.
“La diferencia entre el cárcamo y la planta tratadora es que el primero es solamente un reservorio, un almacén. Es una excavación que se hace a ras de tierra, la cual tiene paredes de concreto. Inicialmente, solo tiene un tratamiento de un filtro, unas rejillas, que nos va a permitir hacer una separación física de los sólidos, de toda la basura que arrastre el agua”, comentó el subdirector de obra pública, Arquímedes Sánchez, quien además es ingeniero bioquímico por la Universidad de Guadalajara.
Las plantas tratadoras de agua funcionan con diferentes tipos de procesos, entre ellos, el físico, biológico y químico. El ingeniero explicó cómo es que trabajan cada uno de estos.
“El físico es la separación, mediante rejillas, de toda esa basura o plásticos que haya, pero son rejillas de diferentes dimensiones, desde muy grandes hasta muy pequeñas, por donde solamente pasa el líquido. Después de ahí, va a otro tratamiento físico que es la sedimentación. Son como piletas en las que se almacena el agua. Se deja en calma, que se sedimenten todos esos sólidos más pesados”, compartió Arquímedes Sánchez.
En el proceso biológico se trabaja con diferentes dosis de oxígeno para producir la descomposición de la materia orgánica que vaya ahí. Se acelera la pudrición, el proceso de degradación. Hay veces que se agrega y otras que se elimina el oxígeno mediante vacío, porque hay reacciones químicas que solo se dan sin éste.
Tratar las aguas mediante un proceso químico requiere hacer uso de sustancias para inhibir la vida, que pueden eliminar bacterias y virus. Por lo regular se utilizan sustancias muy reactivas como el ozono o el ácido peracético, que son compuestos químicos o elementos que, al mezclarse con células vivas de la materia orgánica que se encuentra en las aguas residuales, producen un daño y es una forma de eliminar microorganismos patógenos –los que causan enfermedades–.
El cárcamo y la planta de tratamiento de agua, trabajando juntos, serían una forma de sanear el Río de Las Nutrias. Pero “la construcción de la planta tratadora se llevaría unos seis, siete u ocho años, eso si las siguientes administraciones siguen dando seguimiento”, adelantó el ingeniero bioquímico.
Aunque se lograra la construcción de la planta tratadora de agua antes de que termine la administración actual (2018-2021), al Río de Las Nutrias “le tomaría en promedio 10 años recuperarse para no tener aromas fétidos, pero recuperarse en sí va a ser complicado (por la falta de afluentes naturales que ya desaparecieron con el tiempo)”, advirtió el biólogo David Arreguín.
Entonces, solo queda plantear una pregunta: ¿por cuánto tiempo más continuará el Río de Las Nutrias entre la putrefacción y el abandono?