Rescates controversiales: la Patrulla Espiritual y sus métodos
MORELIA, Mich., 23 de septiembre de 2024.- La Patrulla Espiritual se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales, liderada por Jesús Ignacio, conocido como El Chiquilín. Este grupo de voluntarios se dedica a la rehabilitación de personas con presuntos problemas de adicción, generando tanto admiración como críticas por su metodología.
La Patrulla Espiritual opera principalmente en las calles, donde buscan a personas en situación de vulnerabilidad. Sus acciones suelen ser documentadas en videos compartidos en su página oficial, Patrulla Espiritual Oficial. En estos clips, se observa cómo, antes de llevar a cabo sus intervenciones, Chiquilín se dirige a las personas diciendo: “¿Te han dicho que eres un tazo dorado?”. Esta frase ha ganado popularidad y se ha vuelto un símbolo de su trabajo.
Uno de los casos que ha capturado la atención del público es el de Óscar Obed Parra, un hombre de Puebla que se convirtió en el centro de una controversia. Todo comenzó cuando salió a comprar un refresco en una tienda Oxxo y, de manera inesperada, fue abordado por miembros de la Patrulla Espiritual. A pesar de que Óscar insistió en que no era adicto y que su apariencia se debía a su trabajo como reciclador de materiales, el grupo ignoró sus explicaciones. Rodeado y confrontado con discursos bíblicos, fue levantado por varias personas y forzado a subir a una camioneta, argumentando que lo estaban salvando.
La clínica de rehabilitación JIREH, que tiene un enfoque cristiano, es el destino principal de aquellos que logran ser llevados por el equipo. Actualmente, la Patrulla Espiritual cuenta con aproximadamente 500 internos, la mitad de los cuales fueron rescatados de las calles. Sin embargo, la manera en la que recluta a las personas ha causado controversia. Muchos de los individuos a quienes buscan ayudar muestran resistencia a ser trasladados a la clínica, lo que ha llevado a críticas sobre el respeto a su voluntad.
Las patrullas de este grupo se encuentran en diversas localidades de Baja California, incluyendo Ensenada Centro, Tijuana Centro, Rosarito, Tecate y Mexicali. Estas ubicaciones son puntos estratégicos donde el equipo realiza sus intervenciones, buscando llegar a aquellos que más lo necesitan en la región.
El Chiquilín, quien gestiona cinco centros de rehabilitación, ha compartido casos impactantes, como el de un adolescente que comenzó a consumir drogas a los diez años y ha tenido múltiples internamientos. A pesar de los elogios que recibe por su labor, la discusión sobre la ética de sus métodos continúa.
