Recalentado, el pretexto para seguir celebrando la Navidad
MORELIA, Mich., 25 de diciembre de 2020.- La comida siempre es un eje fundamental en las fiestas mexicanas, Navidad no es la excepción. Una vez que se ha servido la cena en Nochebuena, lo que sobra, será motivo para una gran sobremesa familiar que suele llamarse 'recalentado'; el pretexto de seguir celebrando.
La señora Aurora ya lo había anticipado. Le dijo a su familia que este año iba a haber mucha comida, por lo que pidió que ya no llevarán nada más para Nochebuena. "Es que luego se me queda, aquí en la casa nada más somos Genaro y yo", dice a Quadratín.
Aún con advertencia, y a sabiendas que la señora ya había cocinado, sus tres hijos con sus familias se presentaron con más comida. "Sí guardamos la distancia", asegura la señora, aunque justifica diciendo que ninguno de sus hijos se ha enfermado.
Para el recalentado, se volvió a juntar la familia, y terminaron con el lomo adobado, las costillas de cerdo en salsa habanera, y con dos pasteles. "Para mí, sabe mejor cuando está recalentado que en el mismo día", asegura la señora.
Con la familia Jiménez fue un poco diferente, al menos en Nochebuena. Solamente fue una de sus hijas a celebrar con los papás, por lo que se juntaron únicamente cuatro personas. Cenaron, platicaron un poco, y se retiraron pasada la media noche del 24 de diciembre.
Sin embargo ya en Navidad, al recalentado llegaron los hijos de manera escalonada. Primero llegó el menor con su familia, llevaron parte de lo que les quedaba de la cena, y compartieron con los abuelos un poco de espagueti. Más tarde llegó otra hija, con un poco de pavo para compartir. Y al final llegó el hijo mayor, quien llevaba algo de postre. La hija que acompañó en Nochebuena ya no fue al recalentado; "es que sí nos protegen, no nos quieren ni abrazar", expone Laura, la matriarca.
Solo son dos ejemplos que muestran la resistencia de una tradición, que será muy difícil incluso que la pandemia detenga. El compartir los alimentos tras la celebración de la Nochebuena, se ha convertido en un motor familiar, por lo que aún se le augura una larga vida al recalentado.