Productores de cempasúchil, entre la tradición y la sobrevivencia
MORELIA, Mich., 30 de octubre de 2017.- Entre la precariedad, y con precios que apenas cubren el costo de producción, decenas de familias dedicadas a la siembra, cultivo y corte de la flor de cempasúchil inician el ritual de Noche de Muertos con cinco meses de anticipación; gracias a ellos, a finales de octubre de cada año los campos amarillos anuncian que está listo ya el principal elemento para la celebración.
Jaime Silva Martínez, productor de esta flor en Tarímbaro, relata el procedimiento de cultivo de pata de león, nube y cempasúchil, que inicia con la plantación desde junio, en que comienzan a darse los primeros cuidados con la colocación de abono para garantizar su primer crecimiento, que es el más importante, y que paradójicamente, será cortado en cinco días.
“Son cinco días lo que dura lo de la flor, desde el 28, 29, 30 y 1 y 2 de noviembre son los días en que vienen personas de diferentes partes a comprarla, hemos tenido gente que viene desde Ciudad Altamirano, pero últimamente de Lázaro Cárdenas, y ciudades cercanas”, comentó.
Don Erasmo Lázaro señala que acuden compradores de Lázaro Cárdenas, Los Reyes, Morelia, Guadalajara, Pátzcuaro y Uruapan, principalmente, a quienes ofrecen precios que van desde 25 pesos el manojo de cempasúchil, y 30 pesos de pata de león y nube.
Al admitir que el costo de este año representa un incremento con relación al año pasado, don Erasmo asegura que con este precio prácticamente apenas es suficiente para cubrir el costo de producción ya que la ganancia no cubre el pago por una jornada que va desde las 7 hasta las 18 o 19 horas en que se oculta el sol, trabajos en los que participan todos los miembros de la familia, incluidos los más pequeños.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), en los últimos dos años, Michoacán se ha posicionado como líder nacional en la producción de las flores: mano de león, nube y cempasúchil, aporta más de 535 mil 169 manojos, los cuales se espera comercializar durante la tradicional Noche de Muertos a lo largo y ancho de la geografía estatal.