Procesión del Silencio, tradición y muestra de devoción de morelianos
MORELIA, Mich., 30 de marzo de 2018.- Aún no se extinguen los últimos rayos de luz solar, pero el momento ha llegado: mil 500 integrantes de 20 cofradías y 13 imágenes religiosas, encabezadas por la Virgen de la Soledad, inician su recorrido desde el Santuario de Guadalupe hasta el templo de Las Capuchinas, recorrido que desde hace 42 años tiene lugar en Morelia como expresión de la religiosidad y la fe de la población conocido como la Procesión del Silencio.
Desde las 17 horas, calles aledañas a la avenida Madero, como Antonio Alzate, la avenida Morelos Norte, Belisario Domínguez, Miguel Silva, 20 de Noviembre, Luis de Velazco, Aldama, Humboldt y la avenida Acueducto fueron cerradas a la circulación vehicular para permitir el desarrollo de la Procesión del Silencio.
De origen español e implementada en Morelia por el padre Joaquín Altamirano Rodríguez, la Procesión del Silencio congrega cada Viernes Santo a los devotos católicos de la ciudad para acompañar a la Virgen María en su dolor por la muerte de su hijo Jesucristo, al tiempo que los cofrades y nazarenos entonan en siete estaciones de la denominada Via Matrix saetas o pequeños poemas con que se espera consolar a la afligida Madre, con el sonido de la matraca monumental para anunciar el inicio de la marcha y su arribo a la Catedral.
A partir de las 19:02 horas comienza la procesión, ante más de 40 mil personas que se concentran en la calzada Fray Antonio de San Miguel, en las inmediaciones del Santuario de Guadalupe; la avenida Madero y las calles Abasolo, Valladolid, Vasco de Quiroga y Ortega y Montañez, en el exterior del templo de Las Capuchinas, para presenciar el paso de los contingentes, en una de las representaciones religiosas más emblemáticas de la ciudad.
El momento culminante tiene lugar frente a la Catedral, donde el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, ofreció el pésame a la Virgen de la Soledad, una acción única del recorrido que se desarrolla en la capital michoacana, tras lo cual los cofrades y los nazarenos continúan su camino hasta el templo de Las Capuchinas.
En un inicio una pequeña procesión que rodeaba el barrio de Las Capuchinas, a partir de 1991 el municipio inició la expansión de la ruta de los cófrades, hasta que en la actualidad el recorrido en Morelia es considerado uno de los tres más importantes del país.
Sin embargo, la Procesión del Silencio es más que un atractivo turístico que cada año convoca a miles de morelianos y visitantes: es una manifestación de amor a la Virgen María donde se pone de relieve la espiritualidad y quienes participan ofrecen a la divinidad su cansancio y su esfuerzo.
Aunado a ello, es una oportunidad invaluable para admirar una muestra del arte sacro de la capital michoacana, con la exposición de 13 imágenes religiosas que datan desde el Siglo 16, elaboradas con pasta de caña, hasta la modernidad.
La oscuridad cae y únicamente iluminan la Vía Matrix 5 mil velas que portan los asistentes, así como los cirios en las manos de los cofrades.