Políticas para menores no son atractivas para ediles michoacanos: Segob
MORELIA, Mich., 16 de mayo del 2017.- La mayoría de los presidentes municipales de la entidad no atendieron la convocatoria de Gobierno del Estado y del Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (Sipinna), para la reunión de trabajo sobre las políticas públicas a la que se convocó, la tarde de este martes, en Casa de Gobierno.
Entre los que sí respondieron a la convocatoria y acudieron personalmente estuvieron Lorenzo Barajas Heredia, alcalde de Buenavista; Víctor Báez, presidente de Uruapan; así como los alcaldes y funcionarios de Aguililla, Morelia y Lagunillas.
La ausencia de los ediles, refirió en su intervención el secretario de Gobierno, Adrián López Solís, se debe a que “la implementación de políticas públicas en favor de la infancia y adolescencia no es atractiva para los políticos locales”.
Por su parte, Ricardo Antonio Bucio Múgica, titular nacional de Sipinna, subrayó que a nivel nacional existe falta de voluntad política por parte de los gobiernos en México, ya que no sólo consiste en querer hacer las cosas.
“La voluntad política es también aportar recursos, es conocer los indicadores, estar cerca de las instituciones y responsabilidad política, no solo un discurso”, señaló el funcionario federal.
Asimismo, señaló que en México las políticas públicas del Estado no están dirigidas hacia la protección de los menores ni de las mujeres, sino que la mayoría de los 6 mil 600 programas de Gobierno están dirigidos a los adultos, y de los adultos a los hombres, esto por la creencia de que los adultos cuidan de los menores y de los adultos es el hombre quien cuida de la familia y quien provee.
Por ello, que durante tantos años las políticas estén orientadas a los adultos y a los hombres, porque el Estado había venido delegando la función de cuidar a los niños y las familias a este sector.
Sin embargo, reseñó Bucio Múgica, los menores han venido viviendo expuestos a innumerables situaciones de violencia y carencias. Ejemplificó que, a pesar que los padres, refiriéndose al papá, tienen seguridad social, los hijos no, que viven en hacinamiento con sus hermanos y son hasta 12.8 por ciento más pobres que los adultos.
Una muestra de que no existe una equidad entre lo que se destina para los menores y los adultos es el presupuesto que se designó para la justicia de adolescentes y para los adolescentes.