Podemos quitar pintas, pero eso no resuelve el problema social: INAH
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TINGAMBATO, Mich., 19 de noviembre de 2020.- Las soluciones técnicas están definidas con la Coordinación del Centro Histórico, pero mientras no exista una ruta para resolver los problemas estructurales que subyacen, no se arreglará el asunto a corto plazo, señaló Marco Antonio Rodríguez, director del Centro INAH Michoacán, con respecto a las pintas del Centro histórico de Morelia.
Debe partirse de una reflexión general, explicó, porque se está frente a un conjunto de problemas estructurales, los cuales son muy complejos, y que van mucho más allá de la afectación en sí misma, "es decir, detrás de eso hay un conjunto de reclamos de justicia, problemas de carácter social, problemas de carácter político, de grupos que se expresan y se están manifestando cada vez con más fuerza, frente a identificar que sus reclamos no son adecuadamente atendidos".
Al final la pinta, dijo, es una consecuencia de este fenómeno, y evidentemente se puede uno plantear un conjunto de medidas y acciones técnicas para quitar los grafitis, pero el problema de fondo sigue latente y se va a volver a pintar, aseveró; "y cada vez que sea el aniversario, no sé, del 2 de octubre, seguramente va a haber pintas, cuando se conmemore el Día Internacional de la Mujer, habrá manifestación y habrá pinta", expresó.
Ante este escenario, la propuesta del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Michoacán, es, en primera instancia, abrir una discusión, una reflexión y un debate con los distintos actores sociales, para que se tome cada vez más conciencia de la importancia que tiene el patrimonio cultural; "luego escuchas voces que dicen: '¿te duele tu pared? El monumento lo recuperas, una vida no'", expresó.
A su parecer, dijo que esta manera de construir la narrativa del problema no es la más adecuada; "yo sí creo que es importante que podamos ir construyendo mecanismos de protección del patrimonio, con la participación plena de la gente, de la ciudadanía, de los distintos actores".
En el caso del Centro Histórico, dijo, lo que se tiene ahora es una afectación de dimensiones mayúsculas, y le toca a cada uno de los dueños de esos inmuebles generar una solicitud para la intervención de los mismos, a partir del permiso que les pueda otorgar el Instituto, además de la asesoría y capacitación.
En ese sentido, indicó que han estado recibiendo a cuentagotas dichas solicitudes, ya que muchos propietarios se lo han dicho, que tienen que gastar una cantidad importante de recursos para retirar estas pintas, y al final se la van a volver a pintar, entonces esto se ha convertido ya en un círculo vicioso, refirió el funcionario.
Las soluciones técnicas están definidas con la Coordinación del Centro Histórico, con quien tienen buena relación, y están resueltas varias cosas, aseguró, "pero sí es importante señalar que mientras no exista una ruta de solución a los problemas estructurales que subyacen de estas pintas, yo veo difícil que en el corto plazo este problema se puede resolver", aclaró el director.