Necesaria, mano dura para evitar delitos ambientales: Mary Carmen Bernal
MORELIA, Mich., 25 de junio de 2017.- Para evitar los delitos ambientales se necesita mano dura afirmó la diputada Mary Carmen Bernal quien propuso aumentar de nueve a 20 años de prisión y de mil a mil 500 días de multa a quien desmonte o destruya la vegetación natural, corte, arranque, derribe árboles o cambie el uso del suelo forestal.
Argumentó que la principal causa de deforestación es el cambio de uso de suelo para convertir los bosques en potreros o campos de cultivo, práctica que ha sido fomentada por todos los niveles de gobierno, que sólo han visto los bosques y las selvas como terrenos ociosos, sin poder entender sus múltiples beneficios ni su carácter vital.
Otro factor que atenta contra los bosques es la tala ilegal, pues se estima que el 70% del mercado interno de madera tiene procedencia ilegal, señaló la legisladora del Partido del Trabajo.
La tala inmoderada y el cambio de uso de suelo de manera preponderante, tienen en tensión ambiental el Estado, por ejemplo, en la Meseta Purépecha de nuestra Entidad, Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), la superficie destinada a la producción de aguacate en el estado era de 31 mil hectáreas en 1980 la cual ha crecido en un 342 por ciento y no cesa su descontrolada expansión.
En su exposición de motivos ejemplificó el problema refiriendo información del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México en el municipio de Tancítario, uno en los que la sustitución de los bosques por monocultivos de aguacate es continua.
“Podría comprometerse el abasto de agua en esa región, ya que el volumen requerido en el año 2003 para abastecer las necesidades de la población local era de un poco más de siete millones de metros cúbicos al año, y el agua que se requieren más de 18 millones de metros cúbicos de agua al año para regar la superficie cubierta por aguacate, cuando la captura de agua en el Pico de Tancítaro, es de aproximadamente 25 millones metros cúbicos al año.