Morelia: más de 70 colonias con riesgo de sufrir inundaciones
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MORELIA, Mich., 19 de julio de 2021.- Morelia, construida entre los ríos Grande y Chiquito, presenta una zona que atraviesa la demarcación donde se puede detectar las colonias con mayor riesgo de experimentar inundaciones y encharcamientos severos.
El Instituto Municipal de Planeación (Implan) presenta un mapa que expone una zona en morado, donde las diferentes tonalidades indicarían un mayor o menor riesgo de inundaciones, área que inicia en las inmediaciones del manantial de La Mintzita y el río Itzícuaro, y abarca hasta la colonia La Aldea y la zona conurbada con Tarímbaro, así como la Loma de Santa María.
Se estima que existen de 25 a más de 70 colonias que enfrentan distintos grados de riesgo de inundaciones y encharcamientos severos. El Plan de Intervención ante Fenómenos Hidrometeorológicos de Michoacán, en su versión 2013, menciona, entre éstas, las colonias Benito Juárez, Agustín Arriaga Rivera, Campestre Club Las Huertas, Gertrudis Sánchez, Medallistas Olímpicos, Chapultepec Sur, Ignacio Zaragoza, Prados Verdes, Carlos Salazar y los fraccionamientos Abasolo y Torremolinos, además del bulevar García de León y la avenida Poliducto.
Una incidencia histórica de encharcamientos se ha detectado en sitios como el fraccionamiento Libertad; la salida a Quiroga, en el entronque de la avenida Madero Poniente con la avenida del Pedregal; la avenida Michoacán; la avenida Olivares de Tzintzuntzan, en las inmediaciones del estadio Venustiano Carranza; las calles Bucareli y Músicos de Tiríndaro, en la colonia Vasco de Quiroga; la colonia Arroyo de Tierras; la avenida Madero Poniente, a la altura del fraccionamiento Fidel Velázquez; el Libramiento Poniente; el Libramiento Norte, en la proximidad de la colonia El Realito; la avenida Camelinas, en el acceso a La Loma; la avenida Ventura Puente; la salida a Mil Cumbres; el boulevard García de León; la avenida Madero Oriente, en las inmediaciones de la gasolinera Poza Rica, además del área comprendida entre el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 149, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), la Escuela Normal de Educadoras, la Secretaría de Educación en el Estado (SEE) y el Colegio de Ingenieros Civiles.
Las autoridades municipales han reiterado que una constante que registra Morelia y que agrava el riesgo de inundaciones y encharcamientos es la acumulación de basura en las líneas hídricas y sanitarias. Mónica Erandi Ayala García, secretaria del Ayuntamiento, mencionó que de los cauces de ríos, arroyos, drenes y canales se han retirado hasta vehículos abandonados, que obstruyen el paso del agua y reducen la capacidad de contención de descargas pluviales.
Los trabajos de limpieza efectuados por el municipio, para retirar de los cuerpos de agua basura y vegetación, como el lirio acuático, son fundamentales para abatir los riesgos de desbordes de los ríos, arroyos, drenes y canales, pero no son solución de fondo.
La antigüedad de las redes hídricas y sanitarias en Morelia ha llevado a que una proporción no definida de las mismas sea obsoleta, esté plagada de fugas o, de plano, colapsada, también incide en que el agua que no se va a los drenajes afectados o inexistentes anega las calles e inclusive puede socavar los inmuebles, indicó la Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas.
“Lo vemos en la avenida Lázaro Cárdenas, donde las líneas de drenaje ya no existen o están llenas de fugas, y con las lluvias se llena de agua el espacio donde se rehabilita la vialidad. Estamos trabajando para resolver eso”, aseveró Mario Rodríguez Loeza, secretario de Urbanismo y Obras Públicas.
Pero no, no es suficiente contar con una buena infraestructura sanitaria e hídrica y una ciudad limpia para evitar las inundaciones, ya que una parte de los asentamientos más afectados de manera permanente deberá enfrentar estos fenómenos, debido a que se encuentran en predios inundables, a lo que se suma la situación de las colonias irregulares.
“Cuando la población crece más rápidamente que la capacidad de las autoridades urbanas o del sector privado para suministrar vivienda o infraestructura básica, el riesgo en los asentamientos informales puede acumularse rápidamente, explicó Guadalupe Bernal Trejo, en el análisis La Gestión de Riesgos de Inundaciones en la Administración Pública. Caso Morelia, presentado en el 20 Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional en México, celebrado en Morelos en 2015.
Un crecimiento desordenado que arrancó hacia 1960 llevó a que numerosas colonias aparecieran, muchas con riesgos de inundaciones y encharcamientos, además de que, por su topografía, entre dos ríos, “Morelia siempre ha tenido espacios de riesgo ante los fenómenos hidrometeorológicos”.
La mayor vulnerabilidad se asocia con la precariedad de la vivienda, lo que hace que los sitios donde más sufre la población no necesariamente son donde más inundaciones se presentan, coincidieron Juan Hernández y Antonio Vieyra, en el análisis Riesgo por inundaciones en asentamientos precarios del periurbano. Morelia, una ciudad media mexicana. ¿El desastre nace o se hace?
Colonias en la zona norte de la ciudad, como Valle del Real, Gertrudis Sánchez, Pastor Ortiz, Solidaridad, Lago I, Valle de los Manantiales, Medallistas Olímpicos, Torreón Nuevo y Presa de los Reyes reúnen una mala calidad de materiales de las viviendas; falta de agua potable, electricidad, drenaje, infraestructura hidráulica, empleo, educación, derechohabiencia a servicios de salud y seguridad pública, y asentarse en zonas inundables.
Un breve repaso histórico lo manifiesta: en 2003inundaciones, encharcamientos y desbordamientos de cuerpos de agua afectaron a 29 colonias en Morelia, así como a 17 municipios; en 2005, el desborde de los ríos Grande y Chiquito, por unas lluvias atípicas, perjudicó a 25 colonias; 34 colonias inundadas y tres mil damnificados, el saldo de las inundaciones de 2013, mientras que en 2015 fueron 32 asentamientos, y en 2018, 42 colonias y más de dos mil familias que perdieron su patrimonio, con lo que la capital michoacana debió ser declarada zona de desastre.