Morelia, inundada de historias de quienes se van, pero no la dejan ir
MORELIA Mich., 18 de mayo de 2021.- Carlos tiene ocho años que vive en Querétaro. Nació en Morelia, y tras perder el trabajo, decidió buscar otros rumbos, sin embargo, año con año regresa a ver a sus padres, y va a la Inmaculada a cenar; reconoce una relación de amor-odio con la ciudad.
Susana vive en la CDMX. Tiene prácticamente tres años radicando allá, es periodista y dice que es feliz en aquella ciudad de concreto gris. Sin embargo, ante cualquier embate recurre a la narración de sus anécdotas más felices de la ciudad de las canteras rosas, cualquier excusa es buena para visitar esas calles de su infancia.
Álvaro ha vivido toda su vida en Morelia, ha tenido oportunidades de irse, incluso fuera del país, pero siempre algo lo deja anclado a la ciudad. Ahora es más difícil, dice, porque tiene un hijo y quiere que crezca en Morelia. Justifica su quedarse en la ciudad, porque asegura que los cielos en Morelia en un tono profundo y nostálgico de octubre a febrero.
Estas historias, junto a miles más, conforman el tapiz con el cual están cubiertas las calles de Morelia, junto a las incontables redes que se hacen y deshacen ante la inmutable mirada de sus edificios de cantera que han sobrevivido siglos, que ha visto pasar generaciones que a su vez le inyectan la vida.
Este 18 de mayo de 2021, faltando 20 días para las elecciones, la capital michoacana cumple 481 años de su fundación, y está inmersa en plena campaña electoral; sus calles impregnadas de anuncios de candidatos, de promesas, de lemas para tratar de convencer a su gente para que se decida por la elección de su ayuntamiento.
Y otra vez más por tres años, se buscará calmar el vientre de una ciudad que cada vez se hace más caótica, donde su periferia se aleja más del centro, y así mismo parecen más profundas las diferencias. Pero al fin y al cabo, Morelia ha sobrevivido ya 481 años en la carrera final a cumplir los 500 años.